El pasado martes, 30 de agosto, el Ministro del Interior, Alfonso Prada, radicó el Proyecto de Ley de Orden Público que podría permitir que Gustavo Petro pueda manejar con mayor libertad el tema de los procesos de paz y llevar a cabo decisiones como acabar con el servicio militar obligatorio.

Según el noticiero CM&, este proyecto de ley buscaría implementar la llamada Seguridad Humana y la Paz Total, que consistirá en materializar estrategias que dirigidas a mitigar y, posteriormente, eliminar el conflicto armado; estrategias como suspender las órdenes de captura y de extradición de los agentes armados que estén dispuestos a negociar con el Gobierno Nacional y el hecho de que parte de las negociaciones se lleven a cabo de manera regional, siendo ejecutadas por los alcaldes, son algunas de las iniciativas propuestas en el proyecto de ley radicado.

Por otro lado, con la finalidad de construir paz, se propone que el servicio militar obligatorio llegue a su fin, siendo reemplazado por un servicio social para la paz, en el cual los y las jóvenes podrán trabajar con las víctimas del conflicto armado, promover políticas de paz, proteger el medio ambiente, etc. Además, se pretende establecer la búsqueda de la paz como una política de Estado, para que las transiciones de un gobierno a otro no entorpezcan el proceso, tal y como sucedió con el gobierno de Iván Duque.

También, para evitar la corrupción en el manejo de los recursos para la paz, Prada afirmó lo siguiente: “Los fondos de la paz que son cuatro ahora se crea uno solo (sic) con cuatro subcuentas para agrupar los mismos y hacer coordinación, sobre todo una rendición de cuentas y veeduría ciudadana, esto es porque a los dineros de la paz le han surgido ataques de corrupción y queremos una urna de cristal en ese procedimiento”.

De ejecutarse todo lo anteriormente mencionado, el gobierno de Gustavo Petro estaría cumpliendo su promesa y su reto más importante: construir e implementar la paz total con todos los actores armados; incluyendo el hecho de eliminar el servicio militar obligatorio, factor importantísimo de cara a dejar de ver la guerra como una salida posible a los males que aquejan a nuestro país.

No es posible seguir concibiendo y aceptando la idea de que los jóvenes de escasos recursos y sin oportunidades laborales ni educativas sigan yéndose al monte para matarse con otros jóvenes marginados por el Estado y que, en muchos casos, han sido reclutados forzosamente por grupos armados ilegales.

Lo sucedido el pasado 30 de agosto es un gran paso para Colombia y para quienes anhelamos vivir en paz, de una vez por todas. Le duela a quien le duela, el gobierno actual ha hecho más y mejores cosas en un par de semanas, que los últimos gobiernos en dos décadas.

Por: Jonathan David Tangarife Quintero.
Revista El Clavo.