El criminal tenía todo un ritual a la hora de cometer los asesinatos.

Durante gran parte de la década de los 90 el terror acechaba a los niños de al menos once departamentos de Colombia. Luis Alfredo Garavito, también conocido como ‘La bestia’, asesinó y violentó sexualmente a cerca de 200 niños. 

Este jueves 12 de octubre falleció. Estaba en la cárcel de Valledupar y padecía un agresivo cáncer que le provocó la pérdida de un ojo. 

Tenía una rutina para cada asesinato

Entender lo que ocurría en la mente de un criminal como Garavito es tarea compleja, especialmente por la rutina que este asesino tenía en cada uno de los ataques que cometía contra los menores. 

Según reportó EL TIEMPO, en 2018, cada vez que Garavito se decidía por atentar contra la vida de un pequeño, cumplía con una serie de pasos. 

En principio se tomaba un sorbo de media botella de aguardiente, amarraba a la víctima indefensa y ubicaba unas cuchillas entre sus dedos para rasgar al menor.  

Su perfil psicológico

Luis Jiménez, siquiatra especialista en medicina forense y estudioso de la patología de este criminal, le detalló a este medio que Garavito no sentía empatía con las víctimas, era mentiroso patológico, egocéntrico y manipulador. Todas estas características hacen referencia a un corte sicopático.

Los investigadores dicen que mientras abusaba de cada niño, le iba propinando sendas puñaladas en su torso y finalmente le hacía una cortada profunda en el vientre para que se desangrara o, incluso, llegaba a degollarlo.

Dado que siempre buscaba el sufrimiento, dolor y tortura de sus víctimas mientras estaban vivos, se le pueden atribuir parafilias de sadismo, pedofilia e incluso necrofilia.

El sadismo hace referencia a una conducta o comportamiento sexual en la que se inflinge sufrimiento físico a otra persona para experimentar placer y satisfacción sexual. 

Por otro lado, la pedofilia es la atracción sexual de una persona adulta a hacia un niño, sin importar su sexo. Mientras que la necrofilia es una conducta sexual de una persona que disfruta tener relaciones sexuales con cadáveres humanos. 

El Tiempo.