El escritor bogotano ha escrito varias obras de teatro y guiones para cine, dirigido seis cortometrajes, editado decenas de novelas y publicado quince libros en los que el terror se erige como protagonista.

Este lector de Stephen King y amante del cine del terror confiesa que no busca las historias que escribe, sino que estas le llegan de manera espontánea. Y de esta forma construyó novelas como «Virus», un libro de zombis, o «Seis», la leyenda de los dados del demonio que tendrá adaptación cinematográfica a finales de año.

Quienes leen a Vanegas dicen que sus libros se les van como agua entre los dedos por lo adictivos que les resultan. Esto puede explicarse en gran medida por la influencia del cine en la narrativa del autor, la cual la reviste de un tono ágil y frenético y acompaña la construcción de sus diálogos, escenas y personajes. A propósito de esto, su editora, María Fernanda Medrado, dice que “la maestría de Alvaro Vanegas en la creación de sus personajes logra que sus lectores se conecten con sus historias porque se sienten identificados con ellos, tanto con los buenos como con los malos. Él se entrega por completo en sus obras y eso lo notan quienes lo leen. Ahí está la razón de su éxito, en su disciplina y su responsabilidad, en el compromiso con su arte y con quienes lo leen. Él está comprometido como pocos con lo que hace y eso ha marcado la diferencia”.

Otro de los factores que genera fuerte conexión con su obra es que la mayoría de sus historias se desarrollan en terrenos conocidos, en calles por las que sus lectores han transitado y en las que el terror también es habitante: Colombia. Cuando pensamos en este género las referencias inmediatas nos llevan lejos del país, usualmente a Estados Unidos y Europa, pero Vanegas demuestra que es posible hacer las cosas de manera diferente, como también lo están haciendo otros escritores de diferentes latitudes.

Y lo mejor del asunto es que a la estela de este autor empiezan a sumarse nombres como Rodrigo Nocove, Lina Correa, Luis Suescún o Santiago López, quienes desde la independencia no han dejado de creer y escribir terror, de apostar por un género para el que lo mejor está por venir en nuestro país.

En algún momento, Vanegas señaló que escribe sobre aquello que se le va ocurriendo en el camino, y a medida que avanza en una narración, va tomando las decisiones necesarias para que el lector no se le vaya. Su concepción sobre lo que es literatura apunta a la compulsión, un compendio de sensaciones que, de una u otra manera, llegan a lo más profundo de los seres humanos, “una catarsis perpetua, maravillosa, que está en todas partes”, dijo alguna vez.

Los temas sobre los que se ha dedicado a escribir andan dispersos por ahí, solo necesita fijarse en los detalles necesarios para poder abordarlos. Eso es lo que comenta cuando se le pregunta por su inclinación al terror. Reconoce entre sus influencias al ya mencionado Stephen King, a Chuck Palahniuk (El Club de la Pelea, 1996), y a Douglas Coupland (Generación X, 1991), entre otros; autores todos norteamericanos que han permeado en sus intereses como narrador, por el estilo que manejan y su amplia relación con el cine.

En 2022, el escritor ha dado un paso más en su carrera literaria al publicar La sangre derramada, su novela más reciente, con la filial colombiana del Grupo Planeta.

Portada del libro “La sangre derramada”, de Álvaro Vanegas. Cortesía: Grupo Planeta.

304 páginas en las que se cuenta una historia de corte metaficiconal en la que un escritor poseido trata de escribir su nueva novela y un sacerdote pedófilo se enfrenta a los demonios de su pasado. Millones de víctimas se vengan de sus victimarios, y Jesús vuelve a la Tierra para perdonar nuestros pecados. “En esta obra de terror llena de sexo, violencia, exorcismos y venganza, Álvaro Vanegas lleva hasta las últimas consecuencias la noción de justicia”, reza la contraportada del libro.