Por: Llorente y Cuenca.

En los últimos diez años las palabras “innovación” y “disrupción” han sido, quizá, de las más mencionadas en el sector empresarial. Y se volvieron aún más importantes tras el inicio de la pandemia, quizás por la necesidad de cambio y adaptación, para hallar nuevas formas de hacer las cosas o porque se entendió que: quien no se  transforme, tendrá menos posibilidades de sobrevivir. 

Pero, a pesar de que se habla mucho de innovación, este tema se ha convertido en un verdadero reto para las organizaciones y sus equipos de trabajo. Según el Índice Global de Innovación, Colombia ocupa el puesto 67 dentro de los 132 países evaluados y el sexto en  América Latina, dentro de los 18 incluidos en el estudio. 

Según la medición, el país tiene fortalezas en asuntos de sostenibilidad, crédito, comercio, diversificación, tamaño del mercado y empresarial en general. El reto es lograr promover una cultura que sume actores y esfuerzos para que estas áreas sean el arranque para que se use la herramienta de la innovación como motor de cambio.

Entonces, todas las personas y organizaciones pueden ser innovadoras si cuentan con las herramientas adecuadas y desde Ruta N se proponen algunas:

  • Hay que tener presente que la innovación es la capacidad de generar un nuevo valor y transformar realidades. Se trata de promover, generar y apostar por ideas que presenten formas novedosas para  enfrentar diversos problemas y desafíos. 
  • Generar una cultura innovadora donde todas las ideas importan. La clave está en promover espacios en los que cualquier integrante de la organización pueda intervenir y aportar ideas sin miedo a equivocarse. Procurar las condiciones para no cohibir opiniones, posiciones o propuestas. Una idea puede venir de cualquier persona y en cualquier situación.
  • Tener en cuenta los cambios en el mercado. Allí se da una mezcla de capturar datos del contexto y promover una  actitud positiva frente a los distintos escenarios que se puedan presentar. Prever y enfrentar se tornan en capacidades indispensables dentro de la innovación. Teniendo claro que el mundo está cambiando de maneras cada vez más impredecibles y la gestión de la incertidumbre, es hoy una capacidad invaluable. 
  • Revisar las tendencias. La prospectiva permite pensar nuevas ideas y estrategias que impulsen el crecimiento y desarrollo del negocio. 
  • Cuestionar. Hacer preguntas sobre procesos y estrategias ejecutadas o en desarrollo, le permite a una organización comprender a profundidad si el trabajo realizado realmente fue exitoso.
  • Contar con equipos que lideren metodologías para promover la innovación, pero que al tiempo sean capaces de empoderar a todos los procesos y proyectos de la organización. Sin duda suma que un grupo de personas tengan experiencia impulsando estrategias de este tipo, pero la meta es que la organización, en cualquier nivel o área, pueda por sí misma asumir el reto.