Por: La Palabra univalle.
Pilar Quintana es un símbolo de excelencia en la literatura colombiana y quizás una de las mejores escritoras de América. Su obra es reconocida internacionalmente por la calidad de su prosa, por su maestría narrativa. Es caleña. Estudió en el Liceo Benalcázar, y al graduarse, se mudó a Bogotá, donde estudió Comunicación social en la Pontificia Universidad Javeriana. Antes de ser reconocida como novelista, fue redactora publicitaria y libretista de televisión. Escribió Cosquillas en la lengua, Conspiración iguana y la colección de cuentos Caperucita se come al lobo; además de historias en revistas y antologías de Latinoamérica, Italia, Alemania, España, Estados Unidos y Filipinas. En 2007, fue elegida como uno, en este caso una, de los 39 escritores menores de 39 años más destacados de América Latina por el Hay Festival. Tres años después, recibió el premio La Mar de Letras, otorgado por el festival La Mar de Músicas de Cartagena en España por su novela Coleccionistas de polvos raros, una historia de amor donde la desigualdad de Cali es la gran protagonista. Retrata una ciudad dividida en el auge del narcotráfico de los años 90 “de los grandes capos, cuyos tentáculos se arrastraron por la ciudad… hasta devorársela toda. Entera. Este es otro de los casos en que tampoco se aplican las distinciones de clase”.
“Pilar Quintana es un símbolo de excelencia en la literatura colombiana y quizás una de las mejores escritoras de América. Su obra es reconocida internacionalmente por la calidad de su prosa, por su maestría narrativa”
Quintana participó por Colombia en el International Writing Program de la Universidad de Iowa en 2011. Y recibió, en 2018, el IV Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana con su novela La perra, una perspectiva honesta y profunda del deseo maternal. Es la historia de una mujer negra de 40 años llamada Damaris, oriunda del Pacífico colombiano, que cuida la casa de recreo de una familia rica. Tras desistir en el objetivo de ser madre, adopta una perra recién nacida y le llama Chirli, como hubiese querido llamar a la hija que nunca tuvo con su resignado esposo Rogelio, dando vida a un vínculo, casi de madre e hija con el animal, en medio de una selva tempestuosa y enorme, donde “muchos perros del pueblo morían envenenados. Alguna gente decía que los mataban aposta, pero Damaris no podía creer que hubiera personas capaces de hacer algo así y pensaba que los perros se comían por error las carnadas con veneno que dejaban las ratas o a las ratas que estando envenenadas eran fáciles de cazar”. Como lo expresó en entrevista con Carolina Vegas en la revista Semana, “es una historia negra, es la historia de un crimen, porque en la selva se puede cometer el crimen perfecto. Pero entonces estuve muchos años, por lo menos 12, pensando cómo contarla”.
“Pilar nació para que su voz fuera escuchada y sus historias imaginadas. En ella se resume la famosa fórmula de Faulkner para ser un buen novelista: 99% de talento… 99% de disciplina… 99% de trabajo”
Hasta que un día la historia estaba ahí. Se convirtió en novela, fue traducida en 14 países, galardonada con un PEN Translates Award, con un premio LiBeraturpreis 2021, y resultó finalista del National Book Award de Estados Unidos en la categoría de literatura traducida, y del Premio Nacional de Novela en Colombia. Además, actualmente está nominada al premio literario Dublín 2022, uno de los más importantes de la literatura de ficción en Irlanda, y para el cual fueron seleccionados 79 títulos de todo el mundo. El veredicto será anunciado el próximo 22 de marzo por la alcaldesa Mayor de Dublín, Alison Gilliland, y el, o la merecedora del premio, recibirá cien mil euros, de los cuales veinticinco mil serán para la persona que tradujo el texto.
Pilar nació para que su voz fuera escuchada y sus historias imaginadas. En ella se resume la famosa fórmula de Faulkner para ser un buen novelista: 99% de talento… 99% de disciplina… 99% de trabajo. En 2012, participó en el International Writers Workshop de la Universidad Bautista de Hong Kong como escritora visitante. En 2013, ganó un estímulo del Fondo de Cinematografía para escritura de guion para el largometraje Lavaperros, escrito junto a Antonio García Ángel. Tres años después, ganó un estímulo de la convocatoria Pasantías Nacionales del Ministerio de Cultura por su proyecto La isla cuenta, y su quinta y última novela, Los abismos, le mereció el Premio Alfaguara de Novela 2021, uno de los mayores galardones de literatura en Hispanoamérica. Es la historia de Claudia cuando era niña. Una cotidianidad aparente en el oscuro mundo de los adultos. El inicio de sus más profundos temores, una grieta infinita, las palabras de su madre, y los silencios de su padre como el inicio y el final de su vida: “Yo hablaba. Le contaba a mi papá las cosas que me pasaban en el colegio. Él escuchaba y se reía cuando había que hacerlo. Le hacía preguntas sobre temas importantes o superficiales de la vida, el universo y la naturaleza. Él meditaba, me daba su respuesta, siempre puntual, o decía que no sabía y se callaba. Los muertos de mi papá, empecé a pensar, vivían en sus silencios, como ahogados en un mar en calma”.
