Por: Andrés Meza Escallón

Aunque muchas de las iniciativas de las que hablamos en esta columna parezcan fuera de nuestro alcance, no lo son. Proyectos como ir a Marte o migrar a energías renovables han arrancado en otros países, pero quienes trabajan en ellos son personas como nosotros. En algunos casos, literalmente son personas que caminaron nuestras calles y estudiaron en los mismos colegios que nosotros. Por eso hablamos de tres colombianos, caleños para más señas, que están trabajando con NASA y SpaceX para acercarnos al sueño de reclamar nuestro lugar en el espacio exterior. (Ver entrega anterior sobre Andrés Jaramillo-Botero)

Diana Trujillo

Diana Trujillo en 2019. Fuente: The 2019 MAKERS Conference

A sus 41 años, esta ingeniera aeroespacial de la NASA lidera el equipo responsable del brazo robótico que permitirá al vehículo “Perseverancia cumplir su misión: perforar el suelo marciano y buscar evidencia de si hubo vida en el planeta rojo. Y más que el nombre del vehículo sobre el que trabaja, “perseverancia” es sobre todo la característica que ha definido su carrera, con logros tan emocionantes como construir y monitorear los robots atómicos con ojos de rayo láser más grandes que la NASA haya llevado a otro planeta.

Vehículo “Perseverance” y el brazo robótico a cargo del equipo de Diana. Fuente: NASA

Lady Diana fue llamada así por sus padres tal vez con la esperanza de que se pareciera a Lady Diana Spencer, princesa de Gales. Sin embargo acabó pareciéndose a otra princesa muy diferente: Leia Organa Skywalker, la guerrera espacial protagonista de Star Wars, que nunca se ha dejado coartar por las ideas sobre lo que se supone que una mujer latina inmigrante puede o no puede hacer.

Estudió en el Colegio Internacional Cañaverales de Cali. Tras el divorcio de sus padres, Diana, de 17 años, viajó a Miami sin hablar mucho inglés, sin contactos, sin situación migratoria definida y apenas USD$300 en el bolsillo. Allá trabajó limpiando casas y ayudando en una panadería, mientras estudiaba inglés en un instituto comunitario en largas jornadas que empezaban en la madrugada y terminaban tarde en la noche. Con el tiempo y por sus buenas calificaciones logró transferirse becada a la Universidad de la Florida para estudiar Ingeniería Aeroespacial mientras seguía trabajando.   
En su último año se postuló como pasante al NASA Academy, un programa de entrenamiento para estudiantes prometedores, y fue la primera mujer hispana y además inmigrante en quedar entre los 18 aceptados. Fue una de los dos únicos estudiantes que NASA contrató como practicantes ese año. Diana terminó su carrera de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad de Maryland en 2007, donde trabajó en la forma como los robots pueden operar en el espacio. Trabajó en Orbital Science Corporation, cuando junto con otros contratistas privados como SpaceX ganaron contratos de NASA para diseñar, construir y operar vehículos espaciales.

En 2008 se mudó con su esposo a California, donde Diana ingresó al Jet Propulsion Laboratory (donde años antes también trabajó otro caleño: Andrés Jaramillo-Botero), uno de los centros de investigación y desarrollo de NASA. Allí ha trabajado en diferentes misiones como la del rover Curiosity, como ingeniera de su sistema de telecomunicaciones en 2009.

Diana con el equipo de la misión Curiosity.

En 2012 Curiosity llega a Marte y Diana asume roles cada vez más importantes, en los que siguió trabajando incluso durante sus dos embarazos. En 2014 fue promovida a líder de misión (Deputy Team Chief). Luego pasa al equipo de la misión Marte 2020 a trabajar en el vehículo Perseverance. La experiencia de Diana con Curiosity ha sido muy valiosa porque aunque las misiones son muy diferentes, los vehículos son tan similares que partes construidas para Curiosity fueron usadas en Perseverance. Se espera que este nuevo vehículo, lanzado el 30 de julio de 2020, llegue a Marte el 18 de febrero de 2021.

Diana Trujillo con el brazo robótico de Perseverance. Fuente: Technolochicas.org

Con su experiencia Diana ha demostrado que, aunque son los astronautas quienes arriesgan su vida yendo al espacio, todos los científicos e ingenieros que trabajan en las misiones para estudiar lo que hay allá afuera son exploradores espaciales, un trabajo tan emocionante e importante que no está reservado solamente a los astronautas. Pero por si acaso, Diana ya ha acumulado más de 60 horas de vuelo en gravedad cero.

Otro aspecto que ha caracterizado a esta ingeniera aeroespacial caleña es que ha buscado activamente desde hace años inspirar con su experiencia a jóvenes talentos a que persigan sus sueños de trabajar en la exploración espacial, particularmente mujeres latinas. Actualmente es mentora ejecutiva en la fundación Brooke Owens Fellowship, un programa que provee mentoría especializada y acompañamiento de expertos como Diana para conseguir pasantías pagadas de un año en la industria aeroespacial para jóvenes mujeres en Estados Unidos.


Puedes encontrar a Diana Trujillo en Twitter como: @FromCaliToMars.

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