Aunque muchas de las iniciativas de las que hablamos en esta columna parezcan fuera de nuestro alcance, no lo son. Proyectos como ir a Marte o migrar a energías renovables han arrancado en otros países, pero quienes trabajan en ellos son personas como nosotros. En algunos casos, literalmente son personas que caminaron nuestras calles y estudiaron en los mismos colegios que nosotros. Por eso hablamos de tres colombianos, caleños para más señas, que están trabajando con NASA y SpaceX para acercarnos al sueño de reclamar nuestro lugar en el espacio exterior. (Ver entrega anterior sobre Diana Trujillo).

Sebastián Torres

Este ingeniero industrial caleño es líder técnico del proyecto que desarrolla una de las piezas claves del programa espacial: los motores Raptor que propulsarán las naves espaciales de SpaceX a la Luna y Marte.

Sebastián estudió en el Colegio Bennet de la ciudad de Cali, donde además de ser muy buen estudiante se destacó por sus actividades extracurriculares. A diferencia del típico ratón de biblioteca que prefiere la soledad de los libros, él siempre estuvo buscando cómo conectar con la gente. Esto lo llevó a participar en competencias de tenis, varios concursos de cuento, programas de radio y televisión escolares y hasta debates, llegando a ser representante ante el Modelo de Naciones Unidas implementado por cientos de colegios alrededor del mundo. 
Después de graduarse en 2001, se fue a Estados Unidos con una beca para jugar tenis, con la ambición de estudiar Mecatrónica o Biomedicina. Su idea era usar la tecnología para ayudar al cuerpo, inspirado por la constante evolución tecnológica de las raquetas que ayuda a los tenistas a mejorar su desempeño. En 2003 se trasladó al California State Polytechnic University – Pomona, inicialmente estudiando Electrónica, pero al ver que perdía el contacto con la gente consideró pasarse a Psicología, donde ya había disfrutado algunas clases.

Finalmente se decidió por Ingeniería Industrial donde encontró el balance entre lo técnico y lo humano, que le permitió llegar a ser presidente de la sociedad honorífica de Ingenieros Industriales y hasta capitán del equipo masculino de tenis. También fue miembro activo del capítulo de su universidad de la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos (SHPE), organización que busca impactar positivamente a los hispanos a través de las STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Incluso antes de graduarse en 2006 de Ingeniería Industrial, Sebastián ya estaba trabajando en la industria en cadena de suministro y creación de nuevos productos. Por las dificultades económicas que vivió durante su infancia en Cali, sentía que debía esforzarse por ser muy exitoso profesional y económicamente. Así fue como logró ascender meteóricamente en empresas como Biosense Webster y Baxter Healthcare, donde llegó al cargo más alto al que puede aspirar un ingeniero: Principal Engineer (el mismo cargo que tiene Elon Musk en SpaceX).

Para 2014 se encontraba trabajando en Endologix cuando tantos años de concentrarse exclusivamente en lo profesional, descuidando su salud física y mental, olvidando su parte espiritual y social, le pasaron factura. Con fuertes síntomas de depresión y ansiedad, abandonó su carrera y ambiciones económicas para irse al otro extremo: dedicarse a la meditación y al yoga y con la idea de no volver a emplearse en el sector corporativo nunca más en su vida. 
Cuando lo contactaron de SpaceX en 2015, Sebastián encontró en la compañía una filosofía y una visión que resonaron con su deseo de lograr un balance entre lo profesional y la búsqueda de significado, con una perspectiva absolutamente optimista y orientada a construir un futuro muy emocionante para toda la humanidad, de la que hablamos en otra columna.

Fuente: Instagram Sebastián Torres.

Allí la construcción de cohetes se divide en tres áreas: estructura (fuselaje, tanques), aviónica (software y electrónica que controla todo) y propulsión (motores), que es en la que trabaja Sebastián. Aunque todos los componentes son críticos, el tema de los motores es el más complejo porque se trata de producir de manera predecible una serie de explosiones controladas. A diferencia de los motores Merlin que usan actualmente los cohetes Falcon 9 que llevan satélites a la órbita y astronautas a la Estación Espacial Internacional, el equipo de Sebastián trabaja en los motores Raptor. Éstos generan 330 Bar de presión, que los convierte en los motores más potentes jamás construidos, porque su propósito es llevar a Marte a las naves Starship, de las que hablamos en otra columna.
Actualmente este caleño coordina la relación entre su equipo de ingenieros aeroespaciales con los departamentos de cadena de suministro y de producción de SpaceX. Por su experiencia y formación en Ingeniería Industrial puede entender lo suficiente de los requerimientos técnicos, pero sin perder la perspectiva del proceso que le permite resolver problemas y remover obstáculos. Paralelo a este trabajo, Sebastián es un coach que ayuda a los demás a encontrar el balance entre la salud física, mental, espiritual y lo profesional. Junto con su esposa Ivette, quien también es coach de nutrición vegana, meditación y hábitos saludables, viven en Austin, Texas.

Fuente: Instagram Less Bla Bla Bla

Puedes encontrar a Sebastián Torres en Instagram como: @priority_shift

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