Por: Alejandro Gil Torres.

Antes de ingresar al mercado laboral surgen varias incógnitas, entre esas, ¿cómo voy a lograr mi trabajo soñado? Quizás no siempre sea el anhelado, ya que lastimosamente en Colombia la oferta es demasiado mínima ante la cantidad de demanda de desempleados.

De acuerdo al último reporte entregado por el DANE, la cifra de desempleo en Colombia para el mes de enero fue del 17,3%, la más alta que ha registrado este mes en los últimos años. Por otro lado, las personas que trabajan bajo la modalidad de informal en todo el país no se pueden dejar a un lado: de acuerdo a La Gran Encuesta Integrada de Hogares, entre el trimestre octubre – diciembre de 2020 la cifra para las 13 principales ciudades fue de 48,1% y para las 23 ciudades y sus respectivas áreas metropolitanas fue de 49,0%.

Estas cifras reflejan que en el país el desempleo y las oportunidades para ingresar al mercado laboral formal son casi mínimas, para no decir imposibles. Pero es importante aclarar lo que mencioné al inicio: de qué o de quién dependerá mi incursión laboral. En varias ocasiones he escuchado y he visto en especiales de canales privados de televisión, cómo las personas manifiestan que por medio de la tradicional ´palanca´ se obtiene la llave maestra para la puerta de su empleo soñado o quizás el que más se afiance con sus capacidades, habilidades y perfil profesional. Esta ´ayuda o empujón´ proviene de alguien con un alto cargo en la empresa, un amigo, familiar o compañero, esto termina derivando en dos probabilidades: la inmediatez con la que consiga la oferta laboral o la posibilidad de encontrar a esta persona dentro de tu núcleo social.

En contraste a lo anterior, las convocatorias de la mayoría de empleos son muy específicas con sus requerimientos en cuanto al perfil profesional que buscan y las funciones que el futuro empleado deberá desempeñar en la respectiva organización; algo aún más sorprendente, es que por ejemplo, el tiempo de experiencia en ese sector tiende a sobrepasar el año o los dos años, el manejo de diferentes softwares y, sobre todo, el salario que recibirá el empleado no siempre se equipara o no es el más justo comparado con lo exigido. Lo anterior deja en evidencia los diferentes filtros a los que recurren las empresas para la selección de personal, entre esos, la experiencia, pero ¿cómo voy a tener la cantidad de experiencia que requieren si es mi primer empleo? Esta exigencia tiende a ser desconcertante.

Me surge la cuestión frente a un aspecto que probablemente se quedó en el cofre del olvido: el mérito propio. Estudiar cinco años en una facultad, capacitándose y adquiriendo diferentes conocimientos y habilidades reflejan el anhelo de muchos colombianos por ingresar al mercado laboral. Es realmente injusto que los sectores económicos desestimen el recorrido formativo de los diferentes egresados y prefieran aceptar a otros profesionales por ayudas de terceros. Esto da a entender que conseguir empleo en Colombia se convierte en una competencia entre las habilidades de los profesionales y las ayudas que logran conseguir los demás.

No obstante, el Gobierno Nacional ha dispuesto un sitio web para que los aspirantes a empleo puedan enviar sus hojas de vida, como la Unidad del Servicio de Empleo serviciodeempleo.gov.co y también se cuenta con el Sistema de apoyo para la Igualdad, el Mérito y la Oportunidad (SIMO) donde pueden consultar las diferentes convocatorias en simo.cnsc.gov.co

Con lo anterior se busca ofrecer mayores oportunidades de empleo a los jóvenes, población que también se ha visto afectada laboralmente en medio de la pandemia, y esperar que la ´palanca´ no sobresalga como la única opción para entrar al puesto soñado.