Todo empezó aquel 10 de julio del 2018, día en el que se oficializó la salida de Cristiano Ronaldo rumbo a la Juventus. Ahora, el pasado 5 de agosto, el fin de una era se terminó de consolidar con la inminente salida de Leo Messi del Barcelona. A través de esta columna de opinión deseo expresarle mi agradecimiento a estos dos monstruos de la época, de la historia, y abordar algunas de las enormes alegrías que me llegó a transmitir (y sigue haciéndolo) particularmente el portugués.

A pesar de que ninguno de los dos se ha retirado oficialmente del fútbol, sí es cierto que, para muchos (incluyéndome), el clímax de su hermosa rivalidad competitiva se alcanzó cuando El Bicho estuvo en el Real Madrid y La Pulga en el Barcelona. Jamás olvidaré esos días en los que se respiraba El Clásico, los mejores partidos del año, encuentros en los que los dos mejores futbolistas de la historia estarían cara a cara. No paraba de pensar en ello desde los días anteriores, ni dejaba de querer que Cristiano sobresaliera por encima del argentino siempre, sin desmeritar el enorme futbolista que ha sido y sigue siendo Leo, por supuesto.

Recuerdo aquel Clásico del 7 de octubre del 2012; noche mágica en la que los dos astros anotaron doblete y dejaron el partido en empate: ¡un deleite! Y cómo olvidar aquella ocasión, en el 2017, cuando Messi celebró su gol icónicamente mostrándole su casaca a la hinchada madridista en el Bernabéu, y cómo después, en la siguiente Súpercopa española, Cristiano le pagó con la misma moneda en el Camp Nou.

Imposible dejar en el olvido el icónico “calma, calma” de CR7 en el patio culé también y sus innumerables y magníficas actuaciones vestido de blanco, como aquella chilena vs. la Juventus en las semifinales de la última Champions que jugó (y ganó) como merengue que me hizo estremecer y estar al borde del llanto de felicidad y emoción, o el hat-trick con el que eliminamos al Wolfsburgo en la Champions del 2016, el triplete anotado al Atlético de Madrid en el último derbi que se jugaría en el Vicente Calderón, el doblete vs. la Juventus en la final de la Champions del 2017, etc., etc. y etc. En un futuro haré una columna cien por cien dedicada a este futbolista y todas mis experiencias y admiración en torno a él.

Retomando, es nostálgico recordar todo este tipo de cosas ahora que ninguno de los dos está en su más histórico club, pero al mismo tiempo debemos ser agradecid@s por haber podido vivir en su época; nadie nos tuvo que contar lo que hicieron y siguen haciendo estos fenómenos… Nosotros mismos lo presenciamos, y por eso somos privilegiad@s.  

Nada volverá a ser igual en el mundo del fútbol a partir de ahora, jamás volveremos a ver una rivalidad deportiva tan linda y tan histórica como la de estos dos, puede que el estilo de juego de uno de los dos te guste más que el del otro, claro que es normal, pero lo que no podemos hacer es desmeritar ni dejar de valorar lo hecho por ambos; debemos disfrutarlos a nuestra manera, porque, de no hacerlo, nos arrepentiremos dentro de unos años cuando estos dos monstruos cuelguen los botines. Gracias por tanto fútbol, por tanta influencia y por tantas alegrías, cracks. YO VIVÍ EN LA ÉPOCA DE CRISTIANO RONALDO Y LEO MESSI.