Por: Juan Camilo Vanegas.

Hemos vivido días convulsionados en nuestra sociedad las últimas semanas a raíz del paro nacional y las consecuencias que este y los bloqueos conllevan. Uno de los hechos que escaló aún más los enfrentamientos y la intolerancia fue la llegada de la minga indígena a Cali. Es común escuchar a algunos caleños hablar despectivamente de los “indios”, a pesar, de que la rae defina como indio a alguien natural y oriundo de la india, un país de Asia.  Nunca he podido entender como pretenden denigrar a alguien sin siquiera entender las palabras que utilizan para hacerlo, ser de la india no tiene nada de malo.

Dentro de toda la dinámica social, llama mucho la atención un twitt escrito por la directora de Zoológico de Cali, donde expresaba que “los indios no son autoridad, lárguense de nuestro territorio”. Cuando se supone que dirige una institución encargada de cuidar los animales, no es posible expresarse de tal forma, de quienes representan el patrimonio cultural de nuestras tierras y se han encargado precisamente del cuidado de nuestros ecosistemas por tantos años. En ese orden de ideas, la directora del Zoológico debería, mas bien, encargarse de modernizar su institución y convertir el zoológico en un gran centro de recuperación, cuidado, protección y adopción animal.

En pleno siglo XXI, en una ciudad que en su plan de desarrollo reconoce la condición sintiente de los animales, el concepto de zoológico, como espacio para ver animales, esta mandado a recoger. Hoy, más que nunca, es evidente el deterioro que el hombre ha causado en la naturaleza y es nuestra responsabilidad remediarlo, o por lo menos darle una mejor vida a nuestro planeta y a quienes habitamos en él, en lugar de seguir destruyéndolo. Mientras que la Alcaldía se encuentra en proceso de creación de la Unidad Administrativa de Bienestar Animal y de la construcción física del Centro de Bienestar Animal, para atender a la fauna doméstica, las instalaciones y el personal del zoológico se pudieran dedicar a apoyar este fin (atención, rescate, recuperación y adopción) mientras el centro es finalizado. De igual forma, podrían hacer la misma labor con la fauna silvestre Cali, es decir, establecer un gran centro de atención de fauna silvestre donde se puedan reportar animales silvestre en mal estado que se encuentran en las calles, para que sean tratados, recuperados y devueltos a sus hábitats.

Así pues, la propuesta es clara, en lugar de estar denigrando a quienes son y piensan diferente, la directora del zoológico debería dedicarse a modernizar su institución y ponerla a tono con las necesidades y demandas ciudadanas del siglo XXI.