Por: Fabio Martínez.

Las mujeres han tenido que dar una lucha ardua y tenaz para poder ser reconocidas en la sociedad.

En un mundo patriarcal como el que vivimos, ellas han reivindicado tres principios fundamentales, a saber: la equidad de género, la lucha contra la violencia, y el derecho a decidir sobre su propio cuerpo.

Si bien es cierto, en los últimos años, ha habido un progreso significativo en relación con las luchas femeninas, aún estamos lejos de que a la mujer se la considere en la sociedad en igualdad de condiciones y se le respeten sus derechos.

Hoy en día se la margina como ‘ama de casa’ y, sometida a una dependencia económica, no se le permite su libre desarrollo como ser humano. En el trabajo se ha comprobado que ganan menos que los hombres. Y en la política, en muchas ocasiones, no son tenidas en cuenta a la hora de conformar listas electorales o de obtener cargos públicos.

En relación con el feminicidio y la violencia de género, a pesar de que son considerados como delito, las cifras continúan siendo escandalosas en países como España, México y Colombia.

En el país la Corte Constitucional acaba de aprobar la despenalización del aborto permitiendo la interrupción voluntaria del embarazo hasta 24 semanas.

Esto significa que durante este período la mujer es libre para decidir si estando embarazada, puede tener o no a su hijo.

Antes de esto, era el Estado quien decidía por ella. Al considerar el aborto como un delito muchas mujeres que no deseaban tener un hijo por diferentes razones, morían en los establecimientos clandestinos sin una atención médica adecuada, y otras iban a parar a la cárcel.

Ahora la mujer será la que decidirá sobre su propio cuerpo. El Estado será el encargado de garantizar las condiciones de salud para que ellas sean atendidas en sus Eps.

Esta decisión hará que las cifras por mortalidad en relación con el aborto se reduzcan considerablemente, y se proteja la vida de la mujer.

El Ministerio de salud deberá crear una política integral de salud pública donde la educación sexual y la reproductividad permita que tanto el hombre como la mujer, tomen conciencia, y actúen como seres libres pero responsables.

La despenalización del aborto significa la lucha por la vida de la mujer. Es un logro importante para que las mujeres en estado de gestación cuenten, por fin, con un sistema de salud legal y de calidad.

El Ministerio de salud afirma en uno de sus apartes: “En Colombia la Corte Constitucional reconoce que la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho íntimamente ligado al derecho a la vida, a la salud, a la integridad, a la autodeterminación, intimidad y dignidad de las mujeres”.

La decisión de la Corte es un triunfo de las mujeres y abre el camino para que el país abandone las ideas anacrónicas, y se oriente hacia la construcción de uno laico e incluyente.