Yo no sé ustedes, pero esto de realizar los partidos de eliminatoria para el mundial de Catar 2022 me parece absurdo. El país está pasando por un momento supremamente complicado en el que se ha evidenciado el abuso de la fuerza por parte de integrantes de la Fuerza Pública de una República que atiende al “Libertad y Orden” que aparece en su escudo magno, de una forma demasiado sangrienta, autoritaria y sin piedad.

El fútbol siempre ha unido al país, cuando se trata de la amada Selección Colombia, que siempre anima al inicio de cada competencia, pero que queda haciendo el oso cuando en las finales empieza a rondar su nombre, pero… ¿De verdad sienten que es lo correcto, moral y éticamente correcto en estos momentos? El permitir que unos partidos del seleccionado colombiano se tomen los principales canales de televisión nacional y las frecuencias de la radio del país, para generar un “respiro” en la sociedad y se apacigüen las aguas es sólo una manera indolente de decirle a todos los muertos que ha dejado esta lucha, y de asegurarle a sus familias y conocidos, que no nos importa su sangre derramada por caer luchando por unos derechos y unas justicias que deberían ser dignos de cada nación.

Quizás muchos estén en desacuerdo conmigo. Quizás haya quienes prefieran dejar de hablarme, o sencillamente no compartir este escrito porque es “echarle más leña al fuego”, pero a mí me duele que, en medio de más de 60 muertos que ha dejado el Paro Nacional, nos sentemos a ver un partido de unas “estrellas nacionales” que se han inmutado poco, O NADA, acerca de la situación del país… quizás es porque ellos no viven en él, porque no han tenido la oportunidad de conocer las injusticias que a diario viven más de la mitad de los colombianos en situación de pobreza, o porque quizás, sí tienen el dinero para mandarles a sus familiares para que estos no hagan parte de “esa minoría chuchienta”.

No, no estoy de acuerdo con los partidos de la selección colombiana en estos momentos. Y por más hincha que sea del América de Cali, y por más que me encantaría ver algún día a mi selección jugar un mundial y verlos quedar campeones, me rehúso a ser parte de este circo en estos momentos. Considero que hay que darle importancia a lo importante. Considero que debemos tener empatía, y mucha, ya que es quizá lo que más le falta a los ciudadanos, esos que dicen llamarse “Gente de Bien”.

Al fin y al cabo, los partidos se transmitirán. Se van a jugar y, acá el 8 de junio, en el Estadio Metropolitano de Barranquilla, se jugará el partido entre Argentina y Colombia… pero no me dolerá no apoyar esta vez a mi selección, cuando estoy apoyando a mi país, que es el que verdaderamente lo necesita en estos momentos. El fútbol se juega, se disfruta y se ríe… pero al pasar de los 90 minutos en el gramado, el país seguirá siendo la Venezuela de Duque, y yo seguiré luchando por algún día lograr cambios estructurales que dejen a mi patria en una equidad que pueda ser palpable. Una equidad que todos podamos disfrutar todo el tiempo, no sólo cuando juega o gana la Selección.