El Gobierno busca que para antes de marzo se llegue al millón de personas vacunadas… pues ojalá se ponga las pilas y rigurice lo necesario para que pérdidas y coleados no impidan llegar a la meta.

No dejaron terminar la primera semana de vacunación contra el Covid-19 en Colombia y ya ésta mostró todo un espectáculo de torpezas, irregularidades y vergüenzas.

Luego del show politiquero y mediático de las llegadas de las vacunas, la Contraloría y entidades de algunos municipios denunciaron pérdidas de dosis, gente que se coleó en la fila de prioridad y posibles fraudes de listas de los trabajadores de la salud beneficiados.

Tomar las foticos con los ministros, la pantalla y los ‘discursos’ por encima de la inmunización inmediata y su cumplimiento seguro, podría poner en jaque a varios que no se han vacunado por el desorden de otros.

Acto inicial: pérdidas de dosis

Lo más grave: anteriormente denunciaron que se perdieron 4 dosis en Risaralda, pero este 23 de febrero la Contraloría General de la Nación reportó que ya son 15 vacunas perdidas en cinco ciudades.

El conteo es este: 5 dosis en el Hospital Universitario de Armenia, 4 en la IPS Comfamiliar de Pereira, 3 en el Hospital Pablo Tobón Uribe de Medellín, 2 en la Clínica Medilaser y el Hospital Universitario de Neiva y 1 dosis perdida en Sincelejo.

Parece un conteo regresivo satírico y vergonzoso de descuido. Encima de que nos han llegado poquitas vacunas las están extraviando. Las autoridades de cada municipio afirmaron que investigan las razones de las pérdidas… pero más allá de saber ¿por qué se pierden? es fundamental fortalecer la seguridad y el uso correcto de la ración del vial por dosis ¡para que no se pierdan!

Personalmente, no vale justificar los extravíos en los sobrantes de las jeringas o los frascos, tampoco en que “ésto podría pasar”. Siempre van a haber márgenes de error, pero el deber del Estado es evitarlo lo más que se pueda con tal de no perder más vidas.

Acto final: Coleos y fraudes

En Sincelejo, municipio donde se dio la primera dosis de vacuna contra el Covid-19 a una trabajadora de la salud en Colombia, denunciaron presuntos saltos de fila en las personas priorizadas, gente que no hace parte de la primera etapa y se colea.

Lo mismo en Santander, un cirujano plástico sin ser de la primera línea de atención, se coló en la vacunación y recibió la primera dosis ‘con lágrimas en los ojos’… o eso dijo en Instagram.

No quiero imaginar si hay más casos como aquél, donde inmunizan a personas que aún no les correspondía con las pocas dosis que llegan, mientras que otras dependen con urgencia de la vacuna para seguir trabajando o protegerse, desde ya.

A su vez, la Veeduría Distrital de Bogo inició una investigación de un posible fraude en las listas de los beneficiados en la capital; por una queja ciudadana que denunciaba que incluían a familiares y amigos que no hacen parte de la fase.

Uno cree que con cuestiones tan delicadas como la salud la vivacia no va a meter sus manos, pero luego recordamos que existe mucha gente ‘viva boba’ y oportunista que roba las oportunidades de vida o muerte y ya lo hemos visto todo.

Hasta las 4:00 p.m. de este martes 23 de febrero se han aplicado 48.150 dosis, de acuerdo con el Ministerio de Salud. El Gobierno busca que para antes de marzo se llegue al millón de personas vacunadas… pues ojalá se pongan las pilas y riguricen lo necesario para que pérdidas y coleados no impidan llegar a la meta.

Mientras llega nuestro turno de vacunación, los colombianos cuidémonos. Ya saben, tapabocas, lavado de manos y distanciamiento social. El autocuidado nos salva más que la negligencia y poca atención de un Estado dormido.