Se fue Messi del Barcelona. Lo que divisábamos en un lejano horizonte llegó. La camiseta no llevará más su nombre, el número diez se lo llevará a donde vaya y los seguidores del equipo blaugrana, se darán cuenta que siempre fueron más hinchas de Lionel Andrés Messi que del Barcelona F.C.

Se termina la era de la que siempre profanamos vivir, de la que quizás despertaríamos envidia cuando nos escucharan hablar, así como los viejos que vieron a Willinton, a Cruyff, Pelé y Maradona. Nosotros contaremos a Messi con el mismo entusiasmo que se relata el mejor capítulo de una novela. Existen videos y muchas imágenes del jugador argentino, pero contar la historia es también vivirla, porque un gol nos lleva al momento, al sitio e incluso pensar en quién nos acompañaba cuando lo vimos.

Messi, Messi, ovacionó el Camp Nou en los últimos 16 años, y él como si fuese un inquilino de otra galaxia, sacaba de su zurda un destello de magia. Eso es ver jugar a Leo. Quererlo imitar desbordando por la derecha, perfilarse hacia la pierna más hábil y sacar un remate cruzado sin posibilidades para el arquero. Sencillo de describir, porque Leo nos ha simplificado el fútbol y a su vez lo hizo suyo para colarse en la historia.

En el museo del club catalán quedarán las estrellas que un pibe argentino agarró para convertir lo sueños en una realidad. Una servilleta fue el nacimiento de una ‘Pulga’ y nosotros la vimos crecer; del veloz regateador, al goleador, luego al pasador, al eficaz cobrador de tiros libres, al capitán y terminar siendo él. Messi.

En goles y juegos no voy a precisar, porque ustedes tendrán los suyos y yo podré recordar otros. Lo cierto, es que vimos irse a Valdés, a Puyol, a Xavi e Iniesta, en el inconsciente siempre supimos que el día iba llegar. El día en el que Messi se iba a despedir y en el que la Masía con más títulos en su historia cerraría un ciclo con su partida. Quizás la sensación más próxima de su posible salida fue hace un año cuando se acabaron los 90 minutos en Lisboa frente al Bayern, fueron muchas especulaciones, pero el diez si por una temporada.

Messi quería quedarse y el Barcelona apostaba por no dejarlo ir, pero es humano así no lo parezca y un rehén del dinero, así lo tenga y por montones.  Un gol fallido al sistema que hace aún más latente el querer quedarse sin poderlo hacer, la mejor descripción de su situación lo han hecho las portadas de los diarios titulando; “No hubo arreglo por motivos económicos”, de no creer.

En su bolsillo se lleva 10 títulos de La Liga, 4 de la Liga de Campeones, 7 de la Copa del Rey, 3 de la Supercopa de Europa y 3 del Mundial de Clubes. Su futuro próximo se encarrila hacia París, causando delirio en los fanáticos del club francés, los mismos que atestiguaran un capítulo inédito en la historia de Messi, de pronto inspirado en ‘El fantasma de la ópera’, así como este inspiró ‘Un monstruo en París’, siendo este último una pulga. La pulga de Leo Messi.