La Corte Suprema de Estados Unidos ha determinado este jueves que el popular artista estadounidense Andy Warhol (fallecido en 1987) infringió los derechos de autor de una fotógrafa con una de sus obras, una serigrafía del cantante Prince.

Ha dado así la razón a la fotógrafa Lynn Goldsmith y ha rechazado los argumentos presentados por la Fundación Andy Warhol, que aseguraban que su obra era suficientemente transformadora como para no generar problemas de derechos de autor.

Los nueve jueces del Supremo, de mayoría conservadora, han fallado en esta dirección por siete votos frente a dos.

Según la jueza progresista Sonia Sotomayor “las obras originales de Goldsmith, como las de otros fotógrafos, tienen derecho a la protección de los derechos de autor, incluso frente a artistas famosos”, y esta protección “incluye el derecho a preparar trabajos derivados que transformen el original”.

El pasado octubre el Supremo escuchó los argumentos orales, que se centraron en detalles técnicos. Ambas partes intentaron demostrar si el trabajo de Warhol transformó o no la esencia de la pieza original para determinar si hay que pagar derechos de autor.

Warhol creó 16 serigrafías de la foto de Prince

Goldsmith, famosa por sus fotografías de músicos, hizo una serie de instantáneas a Prince, cuando empezaba a despuntar como estrella del pop, para la revista Newsweek en 1981.

Tres años más tarde, cuando el músico había alcanzado la fama, otra publicación, Vanity Fair, pidió a Warhol que hiciera una ilustración de Prince para un artículo y le solicitó que utilizara como referencia una de esas fotografías.

Vanity Fair pagó 400 dólares en concepto de tasas de licencia a la fotógrafa y se comprometió por escrito a utilizar esa imagen únicamente en ese número de la revista.

No se sabe si Warhol estaba al tanto de ese acuerdo, pero el artista creó una serie de 16 serigrafías de Prince, de las que tenía el copyright. Una de ellas fue empleada para el artículo de Vanity Fair.

Desde entonces, esas serigrafías han sido vendidas y reproducidas y han generado beneficios de cientos de millones de dólares para la Fundación Andy Warhol, una organización sin ánimo de lucro creada tras su muerte para promover su trabajo y las artes visuales.

Los jueces del Supremo que han rechazado esta sentencia reflejaron su inquietud sobre las implicaciones que puede tener el fallo en la industria del entretenimiento, como cuando se lleva a la pantalla un libro.

La jueza progresista Elena Kagan y el presidente del tribunal, el conservador John Roberts, han opinado que el fallo “reprimirá la creatividad de todo tipo, impedirá el arte, la música y la literatura y frustrará la expresión de nuevas ideas y el logro de nuevos conocimientos”.

En el pasado, un tribunal federal falló a favor de la Fundación Warhol al considerar que la obra de Goldsmith y la del artista fallecido tenían un significado y mensaje distintos, pero una corte de apelaciones revocó esa decisión porque no vio ese argumento suficiente para que cualificara bajo un uso justo del copyright.