Desde el año 2004, Colombia dejó de tener solo un día para celebrar el día del periodista. El gremio de los profesionales de la información tomó como fecha referente para celebrar, el miércoles 9 de febrero de 1791, día en el que el cubano Manuel del Socorro Rodríguez sacó a la luz “El Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá”, el primer semanario del país.

Año tras año, el 9 de febrero fue el único día del periodista en Colombia, pero con la implementación de la Ley 918 de 2004 “Por la cual se adoptan normas legales, con meros propósitos declarativos, para la protección laboral y social de la actividad periodística y de comunicación a fin de garantizar su libertad e independencia profesional”, se establece una nueva fecha de celebración.

Dicha Ley determina en su artículo 6: “declárese el día cuatro (4) de agosto de todos los años como el Día del Periodista y Comunicador en conmemoración de la primera publicación de la Declaración de los Derechos del Hombre, realizada el 4 de agosto de 1794 por Antonio Nariño Precursor de la Independencia”. La segunda fecha no opaca a la primera y el día del periodista, en Colombia, ahora se celebra tanto en el primer semestre como en el segundo de cada año.

El compromiso diario de investigar e informar nos obliga a los periodistas a pensar con respecto al ejercicio de la profesión, por eso quiero dejar los siguientes puntos como ejes de reflexión para el desarrollo de nuestro trabajo.

  • La credibilidad es el mayor tesoro con el que se cuenta, cuando un periodista pierde la credibilidad muere profesionalmente.
  • El periodista construye su nombre desde el ejercicio riguroso de la investigación, el desvelar información y el presentar contenidos claros y directos, el periodismo no es repetir lo que otro dijo.
  • Construir información de calidad requiere de tiempo para su producción, tanto en lo investigativo, como en la realización de los contenidos y recursos financieros.
  • Un periodista no debe publicar nada que no pueda sustentar, nada que no sea fruto de la corroboración de información y el contraste de fuentes.
  • El buen periodismo es indispensable, pero hoy tenemos una fatiga informativa que ha hecho que la sociedad busque en los medios entretenimiento y no información.
  • Los contenidos periodísticos de calidad son amenazados por la frenética búsqueda del clic en internet que deja de lado la importancia del rigor periodístico, el cual debe primar en la profesión.
  • El periodista debe ofrecer el fruto de un ejercicio informativo, la verdad se construye en el momento en que se muestran los diferentes matices y aspectos de un hecho; por el contrario, la opinión del periodista no corresponde a una verdad absoluta.
  • En una era datacentrista no nos podemos olvidar de humanizar la información, las historias de la sociedad deben hacer una conjunción armónica con los datos.
  • El periodista que publica un comunicado de prensa sin cuestionarlo y confrontarlo se convierte en una extensión del comunicador organizacional o del jefe de prensa.
  • El periodista debe mantener un profundo respeto por el idioma y debe saber que además de informar, también ejerce un acto formativo permanente en la sociedad.

El anterior decálogo puede brindar unos aspectos para reflexionar, teniendo presente que el periodismo es un actor principal en la construcción de país, el fortalecimiento de la democracia, la vigilancia de lo público, la defensa de la sociedad y la lucha contra la información falsa.

Como lo dijo el periodista argentino Tomás Eloy Martínez, debemos: “Recordar siempre que el periodismo es, ante todo, un acto de servicio. El periodismo es ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, ser otro”.

No confundir medios y periodismo

Hay que tener presente que siempre se habla de medios y periodismo como si fuesen un solo ser, pero hay que marcar claramente que no todos los medios dedican sus contenidos al trabajo periodístico. Hay medios enfocados al entretenimiento, otros al infoentretenimiento, están aquellos que solo generan contenidos propagandísticos y otros que se dedican a engañar a la sociedad cuando dicen que informan y en realidad solo quieren entretener y contar con audiencias que respalden sus ventas para el sustento financiero de este.

El trabajar en un medio de comunicación frente a una pantalla o delante de una cámara o un micrófono, no da un pase directo para ser periodista, fenómeno que pasa constantemente en los medios tradicionales de comunicación, lo cual se ha convertido en un verdadero enemigo del ejercicio profesional del periodismo.

Lo anterior ha generado el surgimiento de nuevos medios que buscan cubrir esa necesidad que tiene la sociedad de un buen periodismo, medios que se enfrentan al dilema financiero de su sostenibilidad económica, pero que resulta ser una apuesta válida para darle un verdadero valor al periodista dentro de la sociedad.

Si bien se ha propuesto un momento de reflexión para esta fecha con respecto al periodismo, lo más necesario son acciones que potencialicen la calidad de la profesión y que llamen a los medios a cumplir con su responsabilidad social.

Para todas y todos los colegas que ejercen el periodismo de manera rigurosa, responsable y ética, un feliz día del periodista y del comunicador.

EL TIEMPO