¿En qué ocupas tu existencia?

Por: Juan Felipe Salazar

Varias veces he escuchado decir que ya el día no nos alcanza, de hecho, es cierto que el planeta Tierra ha acelerado su movimiento de traslación; 

pero aquella aceleración y adelanto del tiempo no es perceptible en nuestro diario vivir, ni siquiera es aplicable.

Igualmente escucho decir que en el mundo no hay nada más qué descubrir y que ya no es están grande como antes; ¡todo eso me causa curiosidad!, pero no es que vayamos más rápido, me aventuraría a decirque nosotros vamos tan apurados que se nos escapa la percepción del tiempo, mantenemos tan ocupados pensando en adquirir, en trabajar, en buscar en quéocupar el tiempo, que el mismo tiempo termina por ocuparnos y sepultarnos.

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Si les preguntáramos sobre eso a nuestros niños o viejos, ¿qué responderían?

Dirían que es normal, que no sienten la opresión del tiempo: los niños juegan disfrutando cada momento y su día solo transcurre bajo el anonimato.

Un viejo en una silla recapitula su vida, su tiempo y su espacio (en su sabiduría).

¡Dirían que no se les va el día tan rápido!

Y en cuanto a si el mundo es más pequeño o hay menos cosas interesantes en él, pienso que esta creencia se da porque que hemos ocupado el espacio en el que antes supuestamente no había “nada”.Decimos con ímpetu que le hemos dado vida a este mundo, olvidando que él nos dio y nos da lavida. Le restamos esencia e importancia a lo que podría llenar mucho más este planeta: c

omo una sonrisa, un saludo, una buena canción, un buen libro, una buena película, una taza de café con una buena charla, besar y abrazar a esa persona que quieres…

Al observar esto, lo asemejo a cuando nos mudamos a una casa: la vemos vacía y con el pasar del tiempo la llenamos, la sentimos y la percibimos más pequeña;por ende, buscamos una más grande con el fin de saciar nuestro poder adquisitivo: EGO.

Vamos en una carrera hecha maratón solo con un fin triste y sin color, nos han educado y sometido haciéndonos creer que debemos adquirir y devorar todo, y al final del maratón, estaremos tan cansados que ni lo disfrutaremos.

Qué paradójicos y estúpidos somos…