El pasado 28 de julio, W Radio publicó un artículo en el que se ahondaba en el caso del desembolso de $70.000 millones por parte del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (MinTIC) a la Unión Temporal Centro Poblados; entidad que hizo magia con la platica y la desapareció del país. ¿Qué sucedió? ¿Por qué se le entregó tanto dinero a Centro Poblados?

La Unión Temporal Centro Poblados se ganó un multimillonario proyecto para instalar más de 7.000 puntos digitales en escuelas rurales de Colombia. Como parte del protocolo, MinTIC debía pagarle $70.000 millones de manera anticipada a esta institución para iniciar el proceso pactado. Pues bien, según lo conocido, una vez entregada la plata, los responsables desaparecieron y mandaron tal suma de dinero a una fiducia por fuera de Colombia.

A pesar de la rotunda defensa inicial por parte de MinTIC hacia este proceso, W Radio ya había denunciado tal contratación (que terminaría sumando UN BILLÓN DE PESOS) debido a que las empresas que conforman tal unión temporal no contaban con la experiencia ni con la capacidad técnica y financiera para poder llevarlo a cabo.

Como si fuese poco, el mismo medio confirmó que Centro Poblados presentó TRES garantías falsas del Banco Itaú para poder firmar el polémico contrato. La primera, correspondía a la de Cumplimiento General del Contrato, y su falsedad fue confirmada por la representante de la entidad bancaria, mientras que las otras dos correspondían al Buen Manejo y Correcta Inversión del Anticipo y el Pago de Salarios y Prestaciones Sociales, y su falsedad fue confirmada por Sigue la W. Estas tres garantías falsas suman $145.866 millones. Es surreal que les hayan “colado” estos paquetazos, teniendo en cuenta que el MinTIC había contratado a SESCOLOMBIA para que se encargara de revisar ese tipo de documentos. Ni los encargados de SESCOLOMBIA ni los de MinTIC detectaron tales falsedades, qué extraño, ¿no?

El 19 de julio se declaró la caducidad del contrato, pero el dinero sigue sin aparecer. MinTIC ya estableció la denuncia formal frente a los entes encargados y la Ministra de Tecnologías de la Información y Comunicaciones, Karen Abudinén, declaró lo siguiente hace unos días: “Nosotros no vamos a permitir que de los recursos del Estado para conectar a los niños de este país se pierda un solo peso”. Amanecerá y veremos.

Mientras tanto, quedan varias preguntas: ¿Qué pasará entonces con los niños, niñas y jóvenes que se verían beneficiad@s por este proyecto? ¿Los responsables se harán los de la vista gorda como siempre? ¿Lo que sucedió con los $70.000 millones realmente fue producto de la ineptitud o fue un plan orquestado para repartirse la plata de l@s colombian@s por debajo de la mesa? Ambas posibilidades son bastante preocupantes, pero más preocupante aún es que sigan jugando con nuestros derechos, con nuestra educación.