Por: Jonathan David Tangarife Quintero.

Para nadie es un secreto que, incluso en el ámbito educativo, las mujeres son las que se han visto más perjudicadas y marginadas históricamente hablando. Pero entonces, ¿cómo se podría lograr que se dé un acceso equitativo a la educación?

A lo largo de toda la historia la mujer se ha visto relegada a las labores domésticas, ha sido excluida de ámbitos como el laboral, el educativo, etc., producto del machismo y de la sociedad patriarcal en la que han vivido y siguen viviendo varios países a lo largo y ancho del mundo, como Colombia, por ejemplo, país en el que, según el informe que presenta un panorama sobre la situación económica, educativa y de violencia contra las mujeres de Colombia entre el 2008 y 2019, llamado “Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia”, llevado a cabo por ONU Mujeres, la Consejería Presidencial para la Mujer y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), las mujeres colombianas ganan un 27% menos (en cuanto al salario) que los hombres, teniendo en cuenta que ambos grupos realizan el mismo trabajo en la mayoría de los casos, ¿por qué razón? Por ser mujeres; no hay ningún otro motivo aparte del machismo que sigue rondando por las empresas y por los cerebros de algunos “jefes” de las mismas.

Ahora bien, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por medio del Marco de Acción Educación 2030, el ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) #4 tiene como finalidad “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos” y el ODS #5 tiene como finalidad “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas“.

A través de sus diferentes ramas, esta organización reconoce que no solo se debe garantizar el acceso a la educación para tod@s, sino que también se debe lograr que tanto los hombres como las mujeres obtengan las mismas capacidades, habilidades y conocimientos mediante la misma. Además, la UNESCO afirma que, a pesar de los avances obtenidos en este tema, alrededor del mundo 16 millones de niñas nunca irán a la escuela (cifra dada por el Instituto de Estadística de la UNESCO), entre otras razones, debido a la pobreza, el aislamiento geográfico, el matrimonio prematuro, la violencia de género, etc.

Como conclusión, quiero realizar un llamado de atención a tod@s para que apoyemos este tipo de objetivos relacionados con el acceso equitativo a la educación (como los planteados por la UNESCO en sus ODS), pero especialmente, quiero pedirle a los hombres que se autoanalicen y que reflexionen sobre sus conductas personales, ya que, en muchos casos el machismo está presente en estas incluso sin darse cuenta, debido a que tal es el punto en el que el machismo está interiorizado en muchos de nosotros, que ya no es una conducta manifiesta, sino de tipo latente, por lo que debemos ser bastante cuidadosos con ello y ayudar a las mujeres en esta clase de iniciativas; esto, a diferencia de como pueden llegar a pensar algunos, no nos hace menos hombres, nos hace más y mejores seres humanos.