Esta columna va abiertamente dedicada a Andrés Escobar, ese que salió con el acompañamiento de la policía a dispararle a los manifestantes durante el último gran Paro Nacional y que luego no tuvo la gallardía de reconocer sus verdaderas intenciones y lo único que hizo fue victimizarse y generar memes.

Hace unos días este casi paramilitar (porque, ¿cómo más se le puede decir a alguien que sale con pistola en mano con el objetivo de asesinar jóvenes que piensan diferente a él y que viven en condiciones que él jamás ha tenido que experimentar, pero que no tiene la valentía necesaria para reconocer lo que hizo?) amenazó a Levy Rincón, youtuber de oposición. Puntualmente, esto fue lo que dijo inicialmente Levy a través de Twitter:

“Si no le hicieron nada a un hijueputa como Andrés Escobar que salió a matar protestantes: ya le van a hacer algo al que amenazó a Petro en un video (haciendo referencia a la amenaza dirigida hacia el senador luego de su visita a Medellín por parte de un presunto paramilitar de esta región). La fiscalía está al servicio del paramilitarismo y el narcotráfico. ¡Gonorreas!”

A lo que Andrés Escobar respondió: “Quiero que me lo sostenga en la cara pedazo de maricón. Se lo digo públicamente: escoja cuándo y dónde que yo le cumplo la cita”. O sea, el señor es tan falto de cerebro que, aparte de no tolerar la diferencia ni que le digan la verdad en la cara, sale a dispararle a jóvenes con la cara descubierta y el uniforme de su empresa, y ahora amenaza abiertamente a alguien a través de una red social: intento de paramilitar y carente de raciocinio.

Y eso no es todo, para quienes no lo saben, resulta que desde hace un tiempo Escobar es “activista político” y viene asistiendo a “multitudinarias” reuniones de campaña comandadas por Maria Fernanda Cabal en Cali a las que asisten entre 8 y 10 personas.

Hago un llamado a la justicia colombiana para que de una vez por todas investiguen y encarcelen a este casi paramilitar, aunque sé que esto es como hablar con una pared: porque cuando de paramilitares se trata, la justicia de este país es ciega, sorda y muda.

Desde aquí expreso mi solidaridad hacia Levy Rincón y le digo que no está solo: somos muchas las personas que, como él, queremos que este país cambie y desde nuestras posiciones estamos trabajando por ello.

Hay un casi paramilitar suelto, cometiendo una “embarrada” tras otra, dando vergüenza ajena, generando asco y siendo un peligro para la sociedad, pero la mejor Fiscalía de Latinoamérica ni se inmuta, pero vaya dígales que a Petro le entraron $2.000 pesos de manera “sospechosa” a su campaña y verá cómo modifican la Constitución para darle cadena perpetua. Finalizo citando a César Augusto Londoño y su icónica frase: “PAÍS DE MIERDA”.