El tema que anda de moda últimamente es el asesinato del estilista Mauricio Leal y de su madre a manos de Jhonier Leal, hermano de Mauricio, y su casi inmediata captura, interrogatorio y puesta tras las rejas; eficacia digna de aplaudir, pero también de cuestionar: ¿por qué entidades como la Fiscalía no actúan de la misma manera con otro tipo de crímenes, tales como masacres y asesinatos de líderes sociales y ambientales?

Es lógico que el caso Leal haya causado tanta conmoción y movimiento mediático: primero, por tratarse de una celebridad, y segundo, porque resulta inverosímil que un hijo sea capaz de asesinar a su madre y a su hermano; pero el problema radica en que no se les da el mismo tratamiento mediático ni judicial a tendencias mucho más graves, ya que el asesinato de líderes y lideresas y la ejecución de masacres en zonas aledañas son cada vez más frecuentes y sistemáticas.

Medios como RCN y Caracol jamás han realizado un cubrimiento similar al del caso Leal a situaciones como las mencionados anteriormente. Pregúntele a su tía, abuelo, abuela o a cualquier persona mayor cercana a usted sobre lo que sucedió con Mauricio Leal y su madre: observará que saben al menos lo básico; ahora, pregúntele a esa misma persona cuántas masacres se han perpetrado en el país en lo que va del 2022 o cuántos líderes y lideresas sociales y ambientales han sido asesinados(as) durante el gobierno Duque: probablemente no lo sepan.

Hasta el día en el que estoy escribiendo esta columna, se han cometido 10 masacres en lo que llevamos del 2022, es decir, 10 masacres en menos de un mes.

Un informe del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), reveló que, entre el 7 de agosto del 2018 (posesión de Duque) y julio de 2020, asesinaron a 573 líderes(as) sociales y defensores(as) de Derechos Humanos en Colombia. Además, en 2020 Global Witness catalogó a Colombia como el país más peligroso para los ecologistas, debido a que, de los 227 ambientalistas asesinados alrededor del mundo en ese año, 65 fueron asesinados en nuestro país.

Lo anterior parece no importarle a “la mejor Fiscalía de la historia” ni a su jefe, Francisco Barbosa, quien salió a ufanarse diciendo que su Fiscalía hubiese resuelto el caso Colmenares en 20-25 días.

Mientras tanto, miles de familias siguen reclamando justicia por sus parientes víctimas de la violencia a la que nos tiene sometidos el uribismo. El asesinato de Lucas Villa sigue sin importarle al prepotente Barbosa, las innumerables masacres perpetradas parecen no incumbirle y los líderes y lideresas de los territorios asesinados(as) no le quita el sueño a quien dice ser el mejor fiscal de la historia de este platanal.

Sigamos hablando del caso Leal, ya que este sí es mediático, no como el asesinato sistemático del pueblo marginado, ya que esto no da visitas, no da plata.