Las Venas Abiertas de América Latina es un libro escrito por Eduardo Galeano en torno a la época de 1970, perteneciente a la editorial Sigo XXI, que cuenta con poco menos de 400 páginas y que posterior a su publicación inicial tuvo varias actualizaciones. Eduardo Galeano (1940-2015) fue un escritor uruguayo galardonado en innumerables ocasiones por su labor, autor de libros que pasan por la narración, el ensayo, la poesía y la crónica.

Hace unos días terminé de leer esta joya de libro, en el cual se hace un recorrido histórico de la gran mayoría de países latinoamericanos desde la época de colonización hasta los días en los que fue escrita esta obra; palabras más, palabras menos: nos muestra la historia para que no la repitamos, o como decía el gran Galeano: “Este escrito fue hecho con la intención de divulgar ciertos hechos que la historia oficial, historia contada por los vencedores, esconde o miente”.

A lo largo de esta maravilla, Eduardo Galeano nos explica con lujo de detalles por qué, incluso hoy en día, países como Colombia están como están, por qué siguen en etapa de subdesarrollo en infinidad de aspectos y quiénes son los culpables de la miseria que se refleja en los países de nuestra región.

Hay muchas personas que creen que en Latinoamérica somos realmente libres desde el grito de independencia dado en cada país hace años; pues no, el autor de este libro le abre los ojos a este tipo de individuos haciéndolos percatar de la gran subyugación de la que seguimos siendo víctimas muchos países; pero esta vez no tanto de España, como en la etapa colonial, sino del gran imperio yankee.

 A través de ejemplos históricos, Galeano demuestra la influencia norteamericana que siempre ha existido y sigue existiendo en nuestras tierras, muestra, además, cómo han sido ahogados significativos intentos de cambio en esta región y cómo los gobernantes corruptos que solemos tener le han dado todo lo nuestro en bandeja de plata a los gringos.

Ellos nos necesitan más a nosotros, que nosotros a ellos, pero el enriquecimiento particular le nubla la visión a los más poderosos. ¿Alguna vez se han preguntado por qué desde acá le vendemos “a huevo” la materia prima a los norteamericanos y luego les compramos el producto acabado a precios estratosféricos? Pues precisamente porque gracias a nuestros gobernantes, principalmente, actuamos como perritos falderos de estos imperialistas despreciables (refiriéndome, lógicamente, a los magnates norteamericanos promotores de nuestras desgracias).

Sin embargo, no le podemos echar toda el agua sucia a los terceros únicamente. Nosotr@s, l@s latinoamerican@s, también tenemos parte de la culpa, ya que de nosotros depende sacar de nuestras tierras todo tipo de dependencia e influencia gringa, pero no lo hemos hecho, las veces que hemos estado cerca, hemos permitido que nos arrebaten la esperanza personificada por ciertos individuos a lo largo de la historia.

“Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”, pocas frases son más verídicas que esta. Por ello, permítanme recomendarles la lectura de este maravilloso libro, considero que toda persona latinoamericana debería leerlo, para que así sepa a qué se debe la situación actual de su país. Pareciera inimaginable que después de tantos años sigamos padeciendo la misma problemática, pero lastimosamente así es, y en parte, depende de nosotros cambiar o no cambiar este panorama. Para finalizar, les dejo uno de mis apartados favoritos de esta obra:

“La causa nacional latinoamericana es, ante todo, una causa social: para que América Latina pueda nacer de nuevo, habrá que empezar por derribar a sus dueños, país por país. Se abren tiempos de rebelión y de cambio. Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los seres humanos”.