Poco eco ha hecho la aprobación del primer piloto de fracking en Colombia por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) el pasado 25 de marzo, lo cual pone contra las cuerdas la relación pacífica que debería existir entre el ser humano y la naturaleza en una sociedad casi utópica.

Se trata de la Resolución número 00648, mediante la cual se le dio vía libre a Ecopetrol para llevar a cabo el “Proyecto Piloto de Investigación Integral (PPI) de
Yacimientos no Convencionales” en Kalé, ubicado en Puerto Wilches (Santander).

Pero, antes de continuar, considero pertinente definir brevemente en qué consiste el fracking: “Se trata de un método de extracción que consiste básicamente en fracturar mediante agua a presión mezclada con arena y otros elementos las zonas rocosas del subsuelo en las que están alojadas las reservas de hidrocarburos”, así define este término la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE); palabras más, palabras menos: el fracking consiste en romper las capas del suelo para extraer petróleo y/o gas, principalmente.

Ahora bien, la presidenta de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgas), destacó que uno de los beneficios de este piloto será el aumento de las reservas de hidrocarburos del país y, además, el aumento en un 10 o 15 % de los recursos fiscales a disposición del gobierno durante los próximos 25 años.

Por otro lado, la Alianza Colombia Libre de Fracking lógicamente se mostró en contra de esta licitación y señalo que tal proceso fue inédito, al haberse realizado en menos de cinco meses y con falta de calidad técnica, además de haber hecho caso omiso a los numerosos rechazos por parte de la sociedad y a las amenazas recibidas por una activista del Magdalena Medio, por ejemplo.

“En Colombia no se hará fracking”, decía Iván Duque en su paso por Bucaramanga durante su campaña presidencial en el 2018. Ahora, en el 2022, cuando ya va de salida, se le acaba de dar luz verde al primer piloto de fracking en nuestro país. Otra “promesa” incumplida por el intento de presidente que tenemos.

“Y, hasta donde tenemos entendido, el fracking podría generar serios problemas ambientales en nuestro municipio (Aguachica), como la contaminación de fuentes de agua subterráneas y de cuerpos de agua como ríos, quebradas y ciénagas, así como el aumento de eventos sísmicos”, declaró en el 2019 la entonces presidenta de la Corporación Defensora del Agua, Territorio y Ecosistemas (Cordatec), Dora Stella Gutiérrez. Esto aplica para cualquier lugar que parezca atractivo para los promotores del fracking, práctica que solo trae destrucción, miseria y el enriquecimiento de unos pocos. De esto te hablamos, viejo.