Por: Jonathan David Tangarife Quintero.

Durante los últimos días se ha venido generando un debate nacional alrededor de las declaraciones realizadas por la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) sobre permitir o no el regreso a clases presenciales en colegios públicos. Varios congresistas (principalmente de partidos políticos a favor del Gobierno Nacional actual) han demostrado su rechazo a dichos requerimientos establecidos por Fecode. Pero, ¿por qué estos personajes se oponen a la mejora de las condiciones escolares de los colegios públicos, pero no dicen ni “mu” cuando se tiene conocimiento de que Iván Duque comprará 24 aviones de guerra por un valor aproximado de 14 billones de pesos?

Todo comenzó el viernes pasado cuando, a través de su cuenta de Twitter, Fecode expresó su rechazo a la propuesta del Ejecutivo, la cual busca empezar lo más pronto posible con el modelo de alternancia en las instituciones educativas públicas de todo el país. Al respecto, Fecode afirmó lo siguiente:

“Los colegios públicos llevan años cayéndose, la infraestructura educativa tiene lustros de abandono… nunca hubo un comentario, pero hoy declaran que ‘la educación presencial es vital’. El único interés detrás de esta campaña es el negocio alrededor de la educación, no la educación”.

Y aquí es pertinente aclarar que lo que dice Fecode no es algo descabellado, al contrario, esta es la realidad de la mayoría de colegios públicos colombianos; colegios sin agua potable, sin internet, sin computadores, etc. En el Chocó, por ejemplo, solo el 13% del departamento tiene acceso a internet, únicamente el 28,5% de la población tiene cobertura de acueducto y, además, el 80% de las personas carecen de alcantarillado, según el DANE.

Sobre lo dicho por Fecode, varias figuras políticas como José Daniel López (Cambio Radical) se opusieron a reconocer la veracidad de tales afirmaciones, hasta el punto en el que este representante a la cámara afirmó que “Colombia se merece un mejor sindicalismo”, y posteriormente, después de un intercambio de tuits con Maria José Pizarro (representante a la cámara por la Lista de la Decencia de Bogotá), declaró que “El petrismo parece oponerse al regreso de niños y jóvenes a la educación presencial. ¿Prefieren estar del lado de Fecode que del lado de la ciudadanía y la evidencia científica?”

Con lo anterior, una vez más se evidencia la veracidad de las afirmaciones hechas por Fecode: “El único interés detrás de esta campaña es el negocio alrededor de la educación, no la educación”, ya que se evidencia la politización del tema por parte de López y las insinuaciones direccionadas a catalogar a Fecode como un sindicalismo poco neutral y competente.

Como conclusión, es posible decir que estoy totalmente de acuerdo con las declaraciones de Fecode y repruebo la falta de empatía de algunos individuos que se oponen a mejorar las condiciones escolares de l@s estudiantes, atacando a Fecode desde la comodidad de sus mansiones y teniendo a sus hijos en colegios privados con todos los lujos del caso. No es equivalente hablar de una situación teniendo conocimiento personal y vivencial de la misma, que hacerlo de una manera sesgada y guiada por intereses políticos. Actualmente se ha normalizado vivir (y estudiar, en este caso) de manera precaria, y escandalizarse cuando se exige el cumplimiento de nuestros derechos.

En Colombia sí hay dinero para comprar aviones de guerra, pero no hay dinero ni interés para mejorar las condiciones educativas de los colombianos.