El Gobierno Nacional sancionó la ley con la que se establece la gratuidad en instituciones de educación superior públicas del país.

Por: Jonathan David Tangarife Quintero.

Esta semana el gobierno de Gustavo Petro cumplió su primer año en el poder. Han sido 365 días llenos de logros, fracasos, shows mediáticos, noticias falsas, ataques injustificados, cuestionamientos justificados y una clara demostración de cómo sacar adelante un país atrasado, como lo es Colombia.

En medio del show farandulero que se ha creado en torno al tema de Nicolás Petro y Day Vásquez, ha pasado desapercibido uno de los que, considero, es uno de los logros más importantes de este primer año de Gustavo Petro en la Casa de Nariño: la sanción de la Ley 2307 del 2023.

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La ya mencionada ley establece la gratuidad total de todos los programas de pregrado ofertados por las instituciones de educación superior (IES) públicas de Colombia, lo cual permitirá que el Gobierno Nacional financie las matrículas de los colombianos que opten por estudiar un pregrado en una de estas instituciones.

Según el portal oficial de la presidencia, el objetivo principal de esta nueva ley es “eliminar barreras de acceso y garantizar la permanencia educativa”. Además, cabe destacar que cuando en la ley se habla de “instituciones de educación superior públicas”, no solo se está haciendo referencia a las de carácter universitario, sino también a las de tipo técnico y tecnológico.

Por otro lado, aunque con esta ley se pretende que todo joven pueda ingresar a estudiar un pregrado en Colombia, según El Espectador, en su artículo titulado Presidente Petro sancionó ley de matrículas gratis en universidades públicas, en el tercer artículo de la ley se hace hace énfasis en que habrá una priorización a la hora de verse beneficiado por esta disposición. En el apartado se afirma que los grupos poblacionales que serán priorizados son: los que se encuentran en condición de vulnerabilidad, víctimas del conflicto armado, comunidades étnicas, personas con discapacidad, madres cabeza de familia y jóvenes bachilleres salidos de colegios públicos en zonas rurales del territorio nacional.

Finalmente, para concluir la explicación de esta norma, cabe agregar que, según el Artículo 7 de la misma, el Gobierno Nacional cuenta con un plazo máximo de seis meses para reglamentar la Ley 2307 del 2023, a partir de su expedición (31 de julio del 2023). Por lo que en este lapso estaremos conociendo más detalles sobre su funcionamiento.

Lo ya explicado a lo largo de esta columna es de gran importancia para nuestro panorama educativo nacional. Según uno de los informes más recientes del Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, solo 4 de cada 10 jóvenes que se gradúan como bachilleres, logran iniciar sus estudios en educación superior. Asimismo, según los últimos datos disponibles aportados por el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES) del Ministerio de Educación, de los más de 475.000 estudiantes que se graduaron del colegio en el 2018, solo 189.000 se matricularon inmediatamente en un programa de pregrado (ya sea profesional, técnico o tecnológico), lo que representa apenas un 39,7 %. Y esto sin tener en cuenta lo que vino después, la pandemia, la cual ha venido perjudicando más aún la situación económica de los colombianos y, por ende, cohibiendo a cada vez más jóvenes de poder ingresar a una IES. (Información extraída de El Tiempo y Cambio).

Los pasos en falso de este gobierno durante su primer año de mandato han ido desde el caso Laura Sarabia-Armando Benedetti, hasta el de Nicolás Petro y Day Vásquez, pasando por todos los escándalos generados por Irene Vélez durante su paso por la cartera de Minas y Energía. Por otro lado, sus logros han ido desde el avance de los diálogos con el ELN, hasta una reforma tributaria que deben pagar quienes más tienen, pasando por la sanción de la Ley 2307 del 2023: una norma histórica que busca dejar en el olvido la ignorancia que tanto daño le ha hecho a nuestro país y que ha sido tan aprovechada por personajes políticos malintencionados.

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