A los y las fanáticas del fútbol parecieras no importarles, o darles poca importancia, todas las problemáticas que salen a relucir en cada una de las sociedades del mundo, incluso, en Qatar, país donde se está llevando a cabo el mundial. Muertos, xenofobia, racismo, homofobia, machismo, violencia de género, etc, son sólo algunos de los problemas que siempre existen, pero que el fútbol esconde y tapa con sus balones.

Por: Editorial El Clavo.

Muchas personas andan pendientes del mundial, tanto, que incluso dejan de lado sus obligaciones personales y laborales por ver fragmentos de los partidos que se están disputando por estos días.

Incluso, por donde se vea hay publicidad y promociones acerca del mundial, y más aún con la pauta digital, donde las empresas que venden objetos o prendas deportivas aprovechan para llenar de publicidades las redes, redes que ocultan las noticias de las problemáticas sociales y donde aparecen balones a descuento, uniformes deportivos con una tela súper fina, y figuras de Messi, Cristiano Ronaldo, Mbappe y Neymar.

¿Por qué las personas ignoran todo cuando el balón sale a rodar? Porque es así. Suena el pitido del referee para dar inicio a un partido, y pareciera ser que el mundo, para los espectadores y jugadores, se desintegra y se reduce a sólo el partido.

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Incluso, son tantos los problemas que atraviesan las sociedades del mundo que, quienes no ven el fútbol, se aferran y se apersonan de intentar entender dichas problemáticas para apoyar y dar soluciones que aporten a esas comunidades. Aunque también hay quienes siguen haciéndole la vista gorda, tanto al deporte, como a los problemas.

Fútbol ¿unión o máscara?

El fútbol ha sido un deporte muy anhelado por las personas, quienes en los últimos años han aprendido a verlo como un símbolo de unión entre quienes a veces pueden tener problemas. Es el caso de las fundaciones que se dedican a hacer algunos torneos de fútbol en barrios donde hay problemas de pandillas. Aquí, los mismos integrantes de estas bandas criminales o delincuentes, son quienes juegan esos partidos en son de paz y de hacer las paces. Genera unión y voluntad de cambio.

Pero, también está el otro lado de la moneda… donde los grandes torneos mundiales, continentales o de países, generan una cierta forma de máscara en los problemas de las sociedades. Pareciera como si, al rodar esa pelota, los problemas se vayan tornando transparentes, donde sólo son ignorados e ignoradas, tristemente.

También, hay que tener en cuenta de que muchos de estos jugadores del fútbol son, también, los protagonistas de los mismos problemas que se están escondiendo. Pueden ser sobrevivientes de masacres, homosexuales, o hicieron parte de una familia disfuncional…

¿Y qué se debe hacer entonces? ¿Cómo hacer que las personas entiendan que pueden ver los partidos, sin desconectarse de las realidades de sus barrios, ciudades, países o continentes? Nadie lo sabe, al parecer… Mientras tanto, ustedes ignoran este artículo al tiempo que se ven los partidos, o mientras están en una conversación sobre el mundial.