Stephen Curry y una actuación para la historia.

Por: Jonathan David Tangarife Quintero.

El pasado domingo, 30 de abril, tuvo lugar el séptimo juego de la serie más emocionante de los actuales playoffs de la NBA: Sacramento Kings vs. Golden State Warriors. Fue un juego que se acabó definiendo por la veteranía y la experiencia.

Las dos franquicias llegaron hasta la última instancia luego de que ambos equipos ganaran sus dos primeros juegos en casa y “robaran” uno como visitante. Todo debía definirse en la casa de Los Reyes, gracias a que conservaban su ventaja de localía al haber terminado terceros de su conferencia, tres puestos arriba de los Warriors.

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Todo pintaba para que fuese una batalla más que difícil para los de San Francisco, quienes apenas lograron ganar 11 veces como visitante y perdieron 30 durante la temporada regular: un récord de locos, en el mal sentido de la expresión. Además, habían dejado enormes dudas en el juego 6, de locales, donde tuvieron la oportunidad de cerrar la serie, pero jugadores clave como Jordan Poole se mandaron actuaciones deplorables, lo que hizo pensar que los jóvenes hambrientos de gloria de los Sacramento Kings pondrían en problemas a Los Guerreros en el último y definitivo juego.

El partido en cuestión terminó 120-100 a favor de Golden State, que contaron con un Stephen Curry INTRATABLE. Aquella tardenoche, el 30 terminó con ¡¡¡50 PUNTOS!!!, 8 rebotes y 6 asistencias. Cabe destacar que, aparte de él, ninguno de sus compañeros acabó con 20 puntos o más, lo que sí es cierto es que el pívot de los Warriors, Kevon Looney, fue uno de los responsables de que esos 50 puntos del “Chef” fueran suficientes, ya que finalizó la jornada con 21 rebotes: ¡increíble!

En total, Steph promedió 33,7 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias a lo largo de los siete partidos de esta maravillosa serie. ¡Y con 35 años!

Con la hazaña en el juego 7, el “Chef” se convirtió en el único basquetbolista de la historia que logra anotar 50 puntos en un partido de esas características. Antes de él, el récord lo ostentaba su excompañero, Kevin Durant, con 48 puntos. Una actuación histórica para Curry.

Además, durante el encuentro, la leyenda de los Warriors aprovechó la ocasión para dejarle algunos “regalitos” a los fanáticos de Sacramento, quienes lo estuvieron provocando desde los dos primeros partidos.

Luego de meter una canasta clutch (clave), Stephen gritó “¡Light the beam! (¡Enciendan el rayo!)”, haciendo referencia al ritual que tienen los Kings luego de ganar como locales, el cual consiste en presionar un enorme botón que hace que del coliseo despegue un rayo de luz morado hacia el cielo. Después de otra gran jugada, el “Chef”, mirando a los aficionados, repitió: “You’re not ready for this sh*t (No están preparados para esta mi*rda)”; dejando claro que, en esta oportunidad, la veteranía le ganó a la juventud.

Postal para el recuerdo: contacto visual entre Curry y un fanático haciendo su mítico “night, night”.

Después del enfrentamiento, Klay Thompson, compañero de Steph, declaró lo siguiente: “Este juego 7 será recordado como ‘The Steph Curry Game (El Partido Steph Curry)’. Lo que ha hecho hoy es histórico”.

Por su parte, Draymond Green, otra de las figuras del cuadro de San Francisco, confesó que después del sexto partido les envió un mensaje a Thompson y a Curry a las 3 a.m. diciéndoles que no podía dormir y que debían “terminar la película de nuevo”, refiriéndose al juego 7. Luego, a las 6 a.m., Steph respondió que él tampoco había dormido y procedió a darles un mensaje a todos los miembros del equipo; en palabras de Green, esto fue lo que dijo:

“Fuimos avergonzados anoche. Fuimos avergonzados en nuestra casa cuando tuvimos la oportunidad de cerrar la serie, y nunca aparecimos. Si ustedes se suben a este bus, deben comprometerse a algo con este equipo. No me interesa cuántos minutos juegues, no me interesa si no juegas ni un segundo, no me interesa si son puntos, rebotes, lo que sea, pero si están en este bus, están diciendo ‘voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para ganar este partido’. Tenemos la oportunidad de jugar un séptimo juego, lo cual es raro. Tomen ventaja del momento”. Draymond concluye que, cuando Curry dio ese discurso, obviamente nadie podía decir “meterá 50”, pero él sabía que el 30 saldría a la duela, haría algo histórico y que no habría forma de que Stephen les permitiera perder ese enfrentamiento. Y sí, Dray, así fue.

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