2-septiembre-2020.

Por: Juan Camilo Delgado.

Cada día son más los motivos para reciclar residuos de productos. El daño ambiental avanza a un ritmo tan acelerado que en ocasiones no somos conscientes de aquello que adquirimos y cuyos materiales pueden generar un impacto negativo en nuestro entorno. Cuando sentimos la necesidad de tener algo, nos basta con teclear lo que queremos en Google, comparar algunos precios y con tan solo un click, compramos. Pero lo que no sabemos es que algunas veces, aquello que pensamos que “necesitamos” podemos hacerlo nosotros mismos y con materiales que, además de ser accesibles, generan un menor impacto ambiental.

Sé que muchos conocen el método DIY, pero para quienes no, el DIY (Do It Yourself) que en español traduce “hazlo tú mismo”, es una técnica que promueve la realización de objetos a través de materiales que pueden ser reciclados. En una sociedad cada vez más consumista e industrializada, el DIY nace como una forma de protesta hacia el capitalismo, oponiéndose a la idea de comprar aquello que es considerado como “necesario” y proponer la idea de ser nosotros mismos los creadores de nuestros elementos.

Esta es una práctica que no está enfocada en la realización de un solo un tipo de producto; por el contrario: es posible realizar cualquier clase de objetos para diferentes fines, desde elementos decorativos, utensilios de oficina, ropa o hasta tecnología. Además de promover un estilo de vida más independiente, pero sobre todo consciente, trae consigo varios beneficios como el ahorro de dinero, pues gracias al ejercicio de fabricación autónomo es posible reducir gastos adquiriendo materiales mucho más económicos.

El DIY ha ido evolucionando con los años y se ha convertido en una tendencia en diferentes plataformas digitales, captando la atención de miles de usuarios que no solo han aplicado esta técnica como un estilo de vida, sino que se han motivado a ser ellos mismos los generadores de este tipo de contenido en línea. YouTube y Pinterest han sido las principales plataformas en las que este concepto hace parte de una comunidad de usuarios que comparten el gusto por el trabajo autónomo. A raíz de esa difusión mediática, el DIY también ha sido adoptado como una oportunidad de emprendimiento, pues actualmente existen una gran cantidad de empresas que se enfocan en la realización de productos utilizando materiales reciclados. Un ejemplo de ello es Handfie, una interesante propuesta online basada en la fabricación de objetos decorativos a muy bajo costo.

Foto por freestocks on Unsplash

Por otro lado, el DIY tiene la ventaja de incrementar nuestra capacidad creativa y recursiva, de motivarnos a aprovechar materiales sencillos y con los cuales podemos realizar un sinfín de objetos a través del aprendizaje. Pero el beneficio más importante es la reducción al daño ambiental que logramos aportar con esta actividad, pues el simple hecho de dejar de adquirir productos cuya composición pueda ser perjudicial para el medio ambiente, convierte al DIY en una forma innovadora de reciclar y de reutilizar.

Actualmente existen canales en YouTube con miles de videos sobre este tema, como Crafty Panda o el popular 5-Minutes Craft. Así que la invitación es a que indaguen, a que aprendan sobre el DIY y logren recibir a esta actividad como una manera de aprovechar múltiples beneficios de diferentes recursos, con los que es posible hacer de lo más simple, lo más novedoso.

Imagen destacada por Jasmin Schreiber on Unsplash