octubre 25, 2019

Por: Luisa Fernanda Hernández.

Señoras y señores, las naciones están colapsando. Las crisis de los países vecinos son cada vez más fuertes, y más allá de las protestas, la gente se siente indignada porque las distintas fuerzas políticas se están aprovechando del poder para destruir a sus pueblos.

El alza de los precios del pasaje de metro, la corrupción de votos y el cierre de las plantas y los sindicatos, son algunas de las razones por las que países como Chile, Bolivia y España han tomado la protesta como forma de acción política, siendo este un espacio característico de la actual democracia.

Me gusta pensar que la gente se moviliza porque definitivamente hay algo que le ’emputa’. Que ya está hasta el cansancio de tanta corrupción y que merece ser escuchada, pero a su manera. Es casi un hecho que las protestas se han convertido en un factor fundamental en términos de derechos humanos y en la sociedad democrática.

¿Qué es lo que ha hecho a la sociedad civil una sociedad participativa?

Lo que opino…

  1. Los medios alternativos actúan como medios ciudadanos

La académica en Comunicación, Clemencia Rodríguez, hace referencia a la democratización de los medios de comunicación; una perspectiva más cercana a la audiencia que a las grandes cadenas de televisión, prensa o radio. Es la necesidad de que existan otros actores claves en el proceso de dicha democratización.

La influencia que tienen estos medios respecto a la información está relacionada con la educación ciudadana, algo así como: sea crítico con lo que lee, escucha, observa. Usted es un ciudadano, usted vota, usted tiene derechos y por esa razón usted no se puede dejar meter los dedos a la boca.

La gente se moviliza por lo que ve en su entorno. Empieza a ver un interés en las problemáticas en las que se ve sumergida. Ya no se trata del ser individual; sino de colectivos que trabajan para demandar cambios políticos y expresar su molestia que después se convierte en acciones que inciden en el desarrollo de movimientos sociales de mayor permanencia.

  1. La juventud: la generación que le apuesta a ganar

Las nuevas generaciones están exigiendo demandas públicas que anteriormente no lograron cumplir, tal vez por sus ideologías o porque su pensamiento quedó atrapado en el poder. Sin embargo, aparece una nueva generación, con ganas de comerse el mundo. Libre de pensamientos del pasado, de dichos como “quien no conoce su historia está condenado a repetirla”. Hoy los jóvenes están teniendo sentido de pertenencia porque encontraron su zona de confort, y ahora todas sus opiniones y manifestaciones tienen sentido.

Además, es importante destacar que, en la mayoría de estos procesos de movilización los jóvenes son protagonistas activos. Con capacidad para impulsar organizaciones, y ocupar los espacios públicos de muchos países. Lo anterior, gracias a su visión organizativa, la visibilidad pública y la motivación de los mismos en la participación política y su compromiso dentro de las cuestiones públicas.

  1. Ya no estamos solos

La sociedad desea recuperar ansiosamente su dignidad. El arma más poderosa que tiene un gobernante para subyugar a los ciudadanos es el miedo, ha derrotado a las sociedades inseguras, agobiadas e inmersas en conflictos sociales, políticos, económicos, etc… Esta estrategia ha impedido que se produzcan cambios, impide el desarrollo de los procesos sociales que restituyen los derechos que han sido pisoteados.

Ahora las personas se sienten diferentes. Sin permitir que el poder a través de su discurso dominante excluya la opinión del pueblo. Se respira una sociedad diferente, aislada y a la defensiva. Una masa que ha manifestado de manera empoderada para mostrarle a las naciones que piensan diferente, que ya no tienen miedo y que no se sienten solas.