14-noviembre-2019.

“Me desnudé para que nadie me vista con sus etiquetas”

Esto es lo más inspirador que verán en el día. Y yo que pensé que lo escandaloso era lo poco convencional. Como eso, de andar besándose en público con tu pareja del mismo sexo.
No tengo nada en contra del arte al desnudo, pero esto me parece lo más absurdo que los medios de comunicación hayan permitido.

Yo sé que es difícil no etiquetar al otro en una sociedad de doble moral.  Pero es que dan ganas de sacarse la espinita cuando salen portadas como ésta, en donde la hija cómplice de la prófuga de la justicia ahora es un prospecto de ‘influencer’.

Y ojo, porque si criticamos los contenidos de los Youtubers, y nos metemos tan de lleno en la vida de Luisa Fernanda W y Pipe Bueno, o en la intimidad de James y su nuevo hijo, noticias como éstas deberían escandalizarnos.

Para empezar, ella lo anunció. No sé qué es más deprimente, si ver cómo después de tan brutal escándalo ella pretende ser la ‘influencer’ femenina que tiene un público que la adora, o que intente incentivar en sus redes para que sus seguidores compren la revista y la vean como Dios la trajo el mundo, donde casi se le sale una, y que según ella desnudó “cuerpo y mente”.

Sin duda alguna esto es una estrategia. Es algo así como publicidad pública pagada. Hoy también nos sentamos a hablar con los cómplices de los delitos y hasta les tomamos fotos para que cojan famita.

El caso es inaceptable, no porque lo diga yo, sino porque hace unos meses su madre era considerada una prófuga de la justicia, ella su cómplice y su familia la representación de la corrupción en pasta. Ahora Vicky Dávila la entrevista como si fuera un ícono del círculo social de periodistas y Aida Victoria argumenta que necesitaba un medio para defender su imagen. Claro que lo hizo, mostrándose ‘en bola’ ante todo un país.

Con estas fotos probablemente cumpla su sueño de ser sexóloga o modelo, porque no es “morronga” y no le da miedo tirarse de la ventana. Ah, no, perdón esa fue la mamá. Sino que como llevan el mismo nombre, no sé quién es quién.

Si ven cómo me confunde esto de la corrupción, obstrucción a la justicia y suplantación de identidad. Ahora añádanles comentarios como: “Te felicito, eres muy verraca; ¿Cómo no te han amilanado con esta prensa tan amarillista?; protege y defiende a tu madre como una leona, porque es lo más grande que Dios nos dio”. Que resume por qué se actúa como se actúa. Así que no sé si estamos mejor o peor que antes, cuando Pablito Escobar era el Robín Hood de Medellín, o la mano dura y corazón firme de Uribe, se manifestó a través de una monja.

Además, ni hablar de la actitud de los medios de comunicación que ahora albergan víctimas de su propio invento. Soho, por ejemplo, compartió pequeños adelantos de la publicación con frases y etiquetas como #PorLaLibertadDeAida y “nosotros la defendemos. ¿Usted?”.
Usted debería comprar libros de Pablo Coelho antes que comprar algo así. Y ¿ahora qué?, ¿Garavito va a sacar un libro contando sus masacres o Nicolás Arrieta confesará mediante su canal de YouTube por qué acosaba a sus novias? Es extremadamente extraño. No culparía a las redes sociales, pero esto es lo que son, esto es lo que venden.

Así que buen inicio de fama para la Merlano y que ojalá no se le acabe el reinado porque aún falta mucho pelo para esa moña.