Tomado de: El Tiempo.

19-octubre-2020.

Una de las principales consignas del uribismo, una vez firmados los acuerdos de paz, era cuestionar el resultado de dichos acuerdos a través de la pregunta ¿Esta es la paz de Santos?

Lograron salir vencedores en las pasadas elecciones a la Presidencia de la República en cabeza de Iván Duqueno gracias a que más de 10 millones de colombianos estuvieran convencidos que él era la mejor opción, sino más bien, por el temor de varios a que el país quedara en manos de la incapacidad administrativa de Gustavo Petro. Así pues, como Presidente de Colombia, Iván Duque asumiría el compromiso de darle cumplimiento al Acuerdo de Paz.

Sin embargo, tras 4 años de haberse firmado el Acuerdo de Paz con la Guerrilla de las Farc-EP y en la segunda vigencia del gobierno Duque, el panorama en cuanto al cumplimiento es poco esperanzador. De acuerdo con la Procuraduría General de la Nación, a marzo de 2020, tan solo se había cumplido con 60% de los compromisos del Plan Marco Implementación del Acuerdo de Paz que debían de haberse ejecutado entre 2017 y 2019. Es decir, que un 40% de estos compromisos que ya se debían haber cumplido aún están en saldo pendiente.

Uno de los aspectos más estructurales para lograr una verdadera paz en Colombia es la urgencia de una Reforma Agraria, que desconcentre la tierra de unos pocos y permita que muchos campesinos desarrollen proyectos productivos. Pero de los 3 millones de hectáreas que a 2027 deberían de ser adjudicadas, únicamente se han entregado 8.230. De igual forma, urge aumentar el número de proyectos productivos aprobados, ya que por el momento sólo han cobijado al 35% de los excombatientes.

Si no hay opciones para que los exguerrilleros se ocupen y sean productivos, muy seguramente el narcotráfico pueda volver a arrebatárnoslos de la legalidad. La seguridad de los ex miembros de las Farc-EP es otro de los factores que preocupa, ya que hasta la fecha se han registrado 230 asesinatos. Respecto al Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, han dejado por fuera al 52% de las familias que manifestaron estar dispuestas a sustituir el cultivo de coca o marihuana. Finalmente, en lo que se refiera a los aspectos administrativos, se presentan deficiencias en la planificación y ejecución del presupuesto, concentrando 60% de los recursos en 5% de los proyectos.

Este es el triste balance que da la Procuraduría en el último informe respecto a la implementación de los Acuerdos de Paz en lo que va del año y aunque el Presidente en campaña siempre pregonó que no iba a volver trizas los acuerdos, que él también buscaba la paz y que como Presidente tiene la obligación de cumplirlos, hoy los colombianos nos seguimos preguntado, así como lo hizo el uribismo: ¿Esta es la paz de Duque?