30-abril-2020.

Aprovechar la crisis para cambiar de rumbo

Aunque ya estemos saturados por la crisis ambiental y la pandemia, ahora también tenemos que lidiar con misteriosas luces en el cielo, de las que hablamos en la columna pasada y que fueron confirmadas esta semana por el Pentágono. Podría parecer simple coincidencia, pero en mi opinión la oleada de avistamientos de luces y objetos, algunos de ellos tripulados o controlados por seres que no son de por acá, están relacionados con la situación actual. La razón es que estamos nuevamente en una encrucijada, donde dependiendo de cómo manejemos la crisis podremos seguir avanzando o desaparecer. La primera fue en los años 60, cuando gringos y rusos nos tuvieron al borde de la tercera guerra mundial. La segunda crisis es la actual, producto de nuestro desastroso impacto sobre el medio ambiente y nuestra propia salud, COVID-19 incluído. Y en ambas ocasiones se reportaron incrementos en los avistamientos de OVNI.

Por eso me encanta cómo encaja The Day The Earth Stood Still (2008), remake de otra película de 1951, donde un extraterrestre llamado Klaatu (Keanu Reeves) viene a acabar con la humanidad porque estamos a punto de destruir el planeta (otra vez). El Profesor Barnhardt (John Cleese) le pide otra oportunidad para nuestra civilización: 

  • Profesor Barnhardt: Finalmente, cada civilización llega a un punto de crisis.
  • Klaatu: La mayoría de ellas no lo logran.
  • PB: La suya lo hizo. ¿Cómo?
  • K: Nuestro sol se estaba muriendo. Tuvimos que evolucionar para sobrevivir.
  • PB: Entonces, solo cuando su mundo fue amenazado con destrucción, se convirtieron en lo que son ahora.
  • K: Sí.
  • PB: Bueno, ahí es donde estamos. Dices que estamos al borde de la destrucción y tienes razón. Pero es solo al borde que la gente encuentra la voluntad de cambiar. Solo en el precipicio evolucionamos. Este es nuestro momento. No nos lo quiten, estamos cerca de una respuesta.

Al igual que Barnhardt, yo creo que todos los muertos, el sufrimiento, el hambre, la contaminación y los desastres consecuencia del calentamiento global nos tienen que servir para reaccionar y cambiar de rumbo. Ya evidenciamos que tras solo dos meses de encierro la contaminación bajó un 40% y que los animales silvestres han vuelto a aparecer bajo cielos y mares cristalinos. Este es el momento de demostrar a los visitantes que nos observan que sí podemos cambiar nuestro estilo de vida y nuestro sistema económico para no volver a las viejas andanzas.

¿A qué vinieron los visitantes?

Todavía no tenemos evidencia sobre quiénes tripulan esas aeronaves extrañas o cuáles son sus intenciones. Las apuestas van desde extraterrestres invasores hasta turistas humanos venidos del futuro, así que por ahora depende de cada quien escoger la hipótesis que le parezca más convincente. Para mí quien mejor explica lo que está pasando con los OVNI es el autor peruano Sixto Paz Wells, en una entrevista del 14 de abril.   

Paz Wells, quien junto con cientos de seguidores en varios países afirma haber estado en contacto con los tripulantes de algunas de estas naves, no teme que estemos ante una invasión porque:

somos un experimento sociológico. Hemos llegado a un nivel en el que la mejor ayuda que nos pueden dar es no interferir sino ver cómo nos desenvolvemos, cómo logramos superar estas crisis de crecimiento que estamos pasando”. Además, aunque hay extraterrestres positivos y otros malintencionados, “nuestro planeta está resguardado por unas civilizaciones que actúan como guardianes y vigilantes, seres de Sirio y de las Pléyades, entonces no es fácil que alguien malintencionado pueda pasar”. 

Sobre el coronavirus, dice que “se está utilizando toda la maquinaria de los medios de comunicación de forma mediática para crear realmente una psicosis. Es cierto que una persona que está débil o que tiene problemas de salud fácilmente puede contagiarse, puede afectarse por esta u otra enfermedad y terminar con la vida de la persona. Nadie se va a morir antes de tiempo. Los extraterrestres, desde que empezó el contacto 46 años atrás, nos decían que a lo único que hay que tener miedo es al propio miedo, el temor es ignorancia, el no saber de qué lado de las fuerzas uno se encuentra, entonces [hay que tomar] sus precauciones” y cuidarse con buena alimentación, buenos niveles de magnesio, ejercicio físico y estando en general en buenas condiciones para disminuir el impacto del virus.

El autor peruano advierte que “se está queriendo atemorizar a la gente a como dé lugar, inventando cosas que no tienen sentido alguno. El problema es que si nos deprimimos mucho, si caemos en el juego de esa fuerza oscura que quiere crear un estado mental colectivo tan negativo estamos atrayendo la posibilidad de una catástrofe que puede acabar con nuestro mundo”.

En conclusión, todavía no sabemos quiénes son estos visitantes misteriosos ni a qué vinieron, pero parece razonable que nos estén observando en estos momentos de crisis. Hasta que se evidencie lo contrario, yo escojo creer que no nos van a salvar pero sí van a hacernos barra y minimizar interferencias externas. Y nos vendría muy bien ya que superar esta crisis puede ser el examen más importante que vayamos a tener que pasar y depende de nuestras decisiones y de nuestro estado mental positivo encontrar soluciones mientras todavía hay tiempo. Ojalá cuando hayamos tomado el camino que sí tiene futuro, los visitantes bajen de sus naves no a salvarnos sino a darnos la bienvenida al club de las civilizaciones que, como la del Klaatu de la película, evolucionaron para sobrevivir.