10-diciembre-2019.

Cuando hablamos sobre para qué nos sirve ir al espacio vimos que tecnologías desarrolladas para los astronautas nos benefician también a los ciudadanos de a pie. Una de esas tecnologías consiste en vehículos diseñados para funcionar en las difíciles condiciones de Marte, que en la Tierra se posicionan como alternativas a dos de los mayores causantes de emisiones de CO2: los aviones y los carros de combustión interna.

La atmósfera de Marte: peor es nada

¿Qué condiciones deben afrontar los vehículos diseñados para Marte? Partiendo de que hay gravedad y atmósfera en Marte, podemos pensar en usar allá vehículos terrestres y aéreos. Lamentablemente, su presión atmosférica en la superficie es sólo 0,6% de la nuestra (0,08 psi), tan tenue que no alcanzaría ni para sustentar un droncito de juguete, y mucho menos un avión o un helicóptero de los que usamos en la Tierra. Siquiera considerarlo es tan ridículo como un tiburón nadando en el aire.

Otra diferencia clave con nuestra atmósfera es que la marciana es casi toda CO2 (95%) salpicada aquí y allá con moléculas de Nitrógeno y Argón. Así que si uno quisiera ponerle una velita a San José de Cupertino, patrono de los astronautas, estaría fallando en la segunda parte del dicho “ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre” porque no hay oxígeno para alimentar la llama. Sin casi presión ni oxígeno, ¿qué vehículo podría servir?

Que pase el Tesla Cybertruck

Como cumpliendo la predicción de Blade Runner (1982), ambientada en noviembre de 2019, Elon Musk presentó el pasado 21 de noviembre de 2019 una camioneta que parece sacada de la película: la Tesla Cybertruck. A diferencia de los lanzamientos previos de la compañía como el deportivo Roadster o los modelos S, 3, X, Y, de sexy no tiene mucho esta camioneta, al menos a simple vista. Sin embargo, cuando se la mira con ojos de marciano, es más claro qué estaban tramando los ingenieros cuando la diseñaron así.

En primer lugar, como todo Tesla, la Cybertruck es eléctrica, lo que significa que no necesita oxígeno para alimentar un motor de combustión interna. Puede tener entre uno y tres motores con los que puede arrastrar hasta 6,3 toneladas y acelerar de 0 a 100 km por hora en menos de 3 segundos, lo cual es impresionante para cualquier vehículo, sea o no eléctrico. Y si así de bien le va en la gravedad terrestre, en la más liviana gravedad marciana sería no solo una bestia de carga sino un rápido medio de transporte terrestre.

Fuente: Tesla

En segundo lugar, el exterior es más bien feo, pero se debe a que fue diseñado pensando en la resistencia. Es diferente de los vehículos convencionales, que cuando se estrellan se arrugan como una lata de gaseosa para absorber el impacto y amortiguar el totazo a los pasajeros. En su lugar, la Cybertruck tiene un durísimo exoesqueleto de acero, muy similar al usado en las naves espaciales de SpaceX. El acero inoxidable es enrollado en frío, un proceso que añade tensión a las planchas de metal, resultado en láminas más delgadas y duras. Como juntar 30 láminas de esas hacen una estructura supremamente dura, el metal es muy difícil y costoso de curvar, por lo que los fabricantes optaron por no usar curvas en el diseño. Además es muy difícil de pintar, por lo que quedó con ese aspecto “pelado” que ya había sido usado en el popular DeLorean de Volver al Futuro (1985).

Si trae tantos problemas, ¿por qué usar un metal tan duro y prácticamente inmune a la corrosión? Una de las razones es que Marte es extremadamente hostil: el más caluroso día de verano en el ecuador puede llegar apenas a 20ºC, pero en la noche cae a -73ºC. No cualquier metal aguanta esos extremos sin desgastarse. Otra razón es que si la camioneta se deforma por un golpe, no habrá un concesionario cerca donde la pueda mandar a arreglar.Finalmente, debido a la falta de presión atmosférica que mencionamos al principio, la estructura debe ser muy sólida para poder mantener una cabina presurizada. De esta manera, sus seis pasajeros podrán desplazarse sin usar traje espacial, cuando Tesla saque la edición presurizada de esta camioneta.

En conclusión, la industria automotriz tuvo más de 100 años para inventar una camioneta como esta, pero hicieron poco más que mejorar la estética y la comodidad del mismo viejísimo diseño. Pero teniendo en mente las condiciones de Marte, Tesla diseñó un vehículo que mejora significativamente las prestaciones disponibles en la Tierra, al tiempo que pone sobre la mesa una opción viable para detener la contaminación.