13-octubre-2020.

En el recinto donde se encuentran los “laboriosos” -que vuelan con los motores apagados-, se debate el tema de la marihuana como uso recreativo. Para muchos la marihuana es conocida simplemente como una droga, como el vicio de los vagos, holgazanes y ociosos sujetos que viven en el más allá.

Para otros, la legalización de la marihuana <de forma recreativa>, es un paso importante para el país. De acuerdo con el congresista Gustavo Bolívar, uno de los mayores exponentes y defensores de la propuesta: “La marihuana puede generar riquezas a un país entero, no solamente a los narcotraficantes como ha pasado por años. La marihuana que aquí sembramos causa demasiadas muertes y en otros países generar riquezas.”

Quienes  no están de acuerdo con la legalización de la marihuana, aducen que eso sería incentivar a la comunidad a consumir una droga que durante años ha creado estragos de manera física, psicológica, familiar y social. Por eso es – argumentan-, que el consumo de la mata de los moños de colores es el inicio, junto con el cigarrillo, del consumo de drogas de mayor impacto negativo.

Según cifras del Ministerio de Salud, 21.665 personas mueren anualmente por el consumo del cigarrillo y el tabaco, a causa de enfermedades como: El Epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica); cáncer de pulmón; tráquea y bronquios; enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. Mientras que el uso de la marihuana, de acuerdo con algunos estudios, puede contribuir a la disminución de dolores articulares y  a combatir enfermedades cancerígenas.

Hay algo que para mí es cómico, y es esa forma en la que se expresa una persona cuando siente el olor de la marihuana: “uf, uf, eso huele asqueroso, soplete ese”, mientras que al sentir el olor del cigarrillo no se inmutan, permitiendo de manera normal, que una persona les hable y se fume un cigarrillo a la vez. 

Sobre los objetivos de la posible legalización, estarían: disminuir los hacinamientos en las cárceles, mermar los índices de violencia, aumentar las posibilidades de empleo, fortalecer los cultivos de las comunidades indígenas, y crear impuestos, que podrían ser invertidos en causas sociales.

Hay algo que me resulta paradójico en el momento de analizar la situación: el cigarrillo para su elaboración, depende de cuatro mil químicos, entre ellos el alquitrán (sustancia química que se utiliza para las carreteras, las pinturas, la protección del hierro y de la madera). Entonces, durante años nos han vendido, mediante publicidades y programas de prevención y salud, las consecuencias del uso del cigarrillo. Aparte de eso, aconsejan a las personas no realizar actividad física o deporte de alto rendimiento si hacen uso de éste.

Contrario a las recomendaciones, durante 19 años el fútbol colombiano fue patrocinado por una empresa de cigarrillos que lleva el mismo nombre de una marca de carros. Aparte de eso, en la ley 181 de 1995 que rige al deporte colombiano, se puede apreciar en su título numero nueve (‘disposiciones varias‘), capitulo uno (‘disposiciones especiales‘), y articulo 78 (‘impuesto a los cigarrillos nacionales y extranjeros‘), la destinación de estos impuestos en materia de gastos deportivos.

Volviendo al tema central, para poder llegar a esa legalización se debe, como primera medida, concientizar a las personas para que no se sigan basando en espejos foráneos, y así no tengan un concepto errado de que la marihuana es una droga que conduce a otras.

Diferentes especialistas han demostrado que distintas personas han probado otras drogas y abusado de ellas sin haber pasado primero por la marihuana y,  sobre todo,  no haber recurrido a analogías como el cigarrillo, puesto que quienes hablan de la negatividad de la marihuana, lo hace con un cigarrillo en la mano. Quien lo decomisa, seguramente, en las mañanas se ha tomado un café y fumado un cigarrillo; es posible que quien te realiza la evaluación pulmonar, se ha fumado un cigarrillo por estrés, y quien te lo prohíbe, se ha fumado dos cajetillas.