29-diciembre-2016.

20 años de la música en Colombia

Hace 20 años la era de los 90 llegaba a su recta final y MTV dejaba entrar en su programación contenidos diversos diferentes a la mú­sica. En Colombia, Nirvana estaba en auge para las per­sonas selectas del país que tenían parabólica.

Sin embargo, poco a poco, varios fenóme­nos musicales se fueron anclando en nues­tra radio e incluso se colaban en las fiestas. Algunos de ellos se convirtieron en himnos (por ejemplo Maná y su “Me Vale”). El fenó­meno de la champeta, música obsequiada por el Atlántico Colombiano, se montaba en su nube voladora, junto al gato volador. La música, cada vez más comercial, más se fusionaba; el va­llenato entraba en un nuevo auge sin tanto sentimiento, y Cali por ejemplo, dejaba la salsa y adoptaba un nuevo género que había nacido por allá en el caribe: El reggaetón.

Y es que 20 años de música es mucho tiempo, porque no sólo el género urbano por el que nadie daba un peso, ha sobrevivido y se ha convertido en algo fundamental para las nuevas culturas, sino porque la historia de este país, que siempre ha querido adoptar lo extranjero y transformar lo autóctono para la venta, ha vivido el cosas sin sentido como RBD y el Tropipop.

Finalmente, para los que tienen más de 20 años hoy, la música en este país sabe una sola cosa: los ritmos nunca mueren, ellos se trans­forman y se convierten en incertidumbre.

20 años del cine colombiano

La evolución tecnológica en 20 años ha sido abru­madora, sin embargo, se ha convertido en una gran herramienta para los productos cinematográfi­cos, lo cual ha favorecido por demás al cine colom­biano. Pasamos de producir películas casi documentales de la guerra política, a diversificar géneros y crear alianzas con otros países para generar conteni­dos más comerciales.

Para la década de los noventa, Colom­bia empezó exhibir sus primeras pro­ducciones propias de forma internacional. Historias de la realidad como “Rodigo D: No futuro” y por supuesto “La vendedora de ro­sas” de la mano de Carlos Gaviria, se crearon sin ninguna expectativa al punto de tener nominaciones de premios internacionales como los de Cannes.

De tanto, para 2000, Colombia entró en la época del renacimiento del cine, basán­dose especialmente en el narcotráfico y la problemática social. Películas como “Soñar no cuesta nada” y “Colombian Dream” fueron producciones que se destacaron durante este periodo.

En la actualidad, después de 20 años de grandes pasos en el cine, encontramos ahora un abanico de diversos géneros y sobre todo, la llegada de grandes propuestas en los últimos años, que superaron las expectativas y se conviertieron en fenómenos internacionales como “El Abra­zo de la Serpiente” nominada a los premios Óscar, y también “La tierra y la sombra” que nos recuerdan de cierto modo, quiénes somos los colombianos y hacia dónde vamos. Finalmente, con el tiempo, descubrimos que hay muchas más historias por contar.

Por: Sebastián París

@Lenfert

sebastianparis3