Cada 29 de abril Colombia celebra el Día Nacional del Árbol, una fecha para concienciar a la población sobre la importancia de proteger a estos guardianes de la naturaleza.

Desde 1941 mediante un decreto se dio inicio a esta conmemoración, que también es llamada Día Forestal Mundial por recomendación del Congreso Forestal Mundial que se celebró en Roma en 1969. Esta recomendación fue aceptada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 1971.

Los árboles son los mejores aliados de la vida, pues captan y recargan las fuentes de agua, liberan el oxígeno y capturan el dióxido de carbono. Por esa razón fomentamos una conciencia de protección, conservación y restauración de los bosques a través del buen uso de los recursos naturales.

“En fechas como estas aprovechamos la oportunidad para hacer la reflexión de los servicios que prestan los árboles ante situaciones ambientales que afectan a la humanidad, como es el caso específico del calentamiento global y la disminución de la calidad y cantidad de agua, que día a día muestran sus efectos negativos para los seres humanos”, señaló el ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo.

Hoy el país ya cuenta con cerca de 30 millones de hectáreas de áreas protegidas para garantizar la preservación de los bosques y los beneficios ambientales que nos prestan.

Históricamente, la siembra de árboles se encuentra muy ligada a la fundación de nuestras ciudades desde tiempos coloniales, es así como se hace referencia a la Ceiba de Gigante, en el Huila, o a las de San Gil, en Santander, la Sierra Nevada de Santa Marta.

Colombia cuenta con 59,5 millones de hectáreas en bosques naturales y por ello se avanza en un modelo de desarrollo basado en promover el uso sostenible de los bosques como factor de desarrollo nacional y escenario de consolidación de la paz, para reconocer y empoderar formas de gobernanza deterritorios colectivos.

Con el propósito de conservar este activo ambiental que representan los bosques desde el sector ambiente se trabaja en la creación de cinturones verdes que sirven como barrera natural para su conservación y se creó la Estrategia Integral de Control a la Deforestación y Gestión de los Bosques.

Los planes de manejo para la conservación de especies en peligro son una necesidad identificada desde el primer Libro Rojo de plantas amenazadas. Por ello, en atención a la normativa existente y con el propósito de continuar aportando estrategias tangibles frente a los retos de la conservación de las especies amenazadas en todo el territorio nacional, dichos planes son hoy en día una realidad.

Hoy el país ya cuenta con cerca de 30 millones de hectáreas de áreas protegidas para garantizar la preservación de los bosques y los beneficios ambientales que nos prestan. Todo este accionar se constituye en un aporte al cumplimiento de los compromisos internacionales de Colombia, como el Convenio de Diversidad Biológica y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), así como un avance significativo en las metas propuestas por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible para procurar la conservación de la biodiversidad del país.

El Informador.