Por un par de faldas se pierde la cabeza.
Esa falda que te falta, aquella falda de los sueños.
Solo una él quiere para agarrar y jugar por la noche con ella, levantar y tocar esos muslos tan sabrosos que lo hacen soñar en la noche.
Falda corta, falda larga, falda extra larga; no le importa el tamaño ni el color.
Solo le interesa levantar y soñar, ver y fantasear con esa piel suave y tensa de aquella persona.
No se define su género, solo se define como persona.
No le importa nada más, solo apreciar faldas de diferentes colores cada noche a placer.
Solo de ese ser humano que sabía hacerle volar la mente, solo por esa falda valía la pena levantarse cada madrugada, caminar cada calle, cada esquina para recoger ese premio tan anhelado; el premio suave y exquisito que estaba escondido detrás del vestuario fino, limpio y definido, de ese perfume sólido.
Por la falda él hasta se podría hacer pegar un pepazo (como le dicen en el bajo mundo a una bala).
Pensar que solo por una falda hay personas que están dispuestas a hacer lo que sea… Solo por una falda.
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