Lecciones prácticas de emprendimiento empresarial
Mi señora madre, más conocida por propios o extraños como doña Mary, es la típica de los ochentas. Además de manejar el hogar, tenía las habilidades propias de la mamá ochentera: remedios caseros, disfraces con papel periódico, botas de pantalón ajustadas de acuerdo al crecimiento del hijo, entre otras; sin embargo, además de todas estas habilidades, era una gran emprendedora. A los quince años abrió un salón de belleza. Luego habiendo tenido que lidiar con declaraciones de impuestos, industria y comercio, Iva, entre otros padecimientos, decidió darle un cambio a su negocio y solo atender un grupo de amigas y vecinas o recomendadas con cita previa. Este nivel de servicio le permitió generar estrechas y fieles relaciones con sus clientes, las cuales aún perduran. Al no consistir en un establecimiento abierto al público, nunca tuvo que pagar impuestos. Los ingresos del negocio eran en efectivo y de contado. El sueño de todo empresario.
Doña Mary también vendía en el salón algunos productos de belleza, adquiridos por catálogo; no obstante, luego de un tiempo dejó esta actividad pues significaba una inversión importante, una tasa de retorno baja y un nivel de competencia fuerte con otros canales.
Todos sus movimientos empresariales eran hechos sin ningún conocimiento formal, con simpleza, malicia, amor, pasión y sobre todo, con altos niveles de efectividad. Esta forma de pensar y actuar me inspiró para realizar mis propios emprendimientos empresariales.
Doña Mary es conocida en el círculo de mis amigos principalmente por sus dichos y refranes. Esta columna tiene como fin a partir de cada una de esas frases, traer algunas enseñanzas empresariales útiles y prácticas.
“EL QUE COME TIERRA CARGA SU TERRON”.
Si usted va a acometer una actividad empresarial debe saber que no será fácil. Se va encontrar con el rechazo, burlas de amigos y la cara de horror de algunos familiares que le dirán que está loco al dejar ese trabajo tan promisorio en la multinacional por ir a vender aire. He aquí algunos consejos empresariales entregados por doña Mary a su muy particular estilo.
• Métase solo a hacer cosas que a usted le gusten, de las que usted sepa o para las que tenga talento.
• Si usted va a vender algo recuerde que la gente compra primero lo que necesita y luego lo que quisiera, así que ubíquese en el punto de la necesidad de la gente o hágale ver que su producto o servicio es necesario.
• Júntese con gente que tenga sus mismos valores, modo de ver la vida etc, pero que tenga las habilidades que usted no tiene y asegúrese que él no tenga las que usted sí.
• Si alguien le dice que su negocio no será exitoso o cuestiona su decisión de emprender a menos que la persona le proporcione algo, usted la necesite, o haya sido emprendedora, no la escuche.
• No ande por allí contando todos los planes.
• Confíe en usted y en su ser superior.
En otra oportunidad traeré nuevamente algunas frases y enseñanzas empresariales de esta versión criolla de Molly Brown mezclada con Sarah Connor que me tocó por madre.
Autor
Jorge Andrés Villegas
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