
Colombia ha estado lidiando con problemas relacionados con el tráfico de drogas y el narcotráfico durante décadas. Aunque las drogas más comúnmente asociadas con Colombia son la cocaína y la marihuana, también es posible que se encuentren otras sustancias en el mercado ilegal, incluyendo opioides sintéticos como el fentanilo.
Pero ¿qué es el Fentanilo?
El fentanilo es un potente analgésico opioide sintético utilizado para el tratamiento del dolor intenso, especialmente en situaciones médicas como cirugías mayores, dolores crónicos y cuidados paliativos en pacientes con enfermedades terminales. Pertenece a la misma clase de medicamentos que la morfina, pero es considerablemente más potente. El fentanilo se une a los receptores opioides en el cerebro y la médula espinal para reducir la percepción del dolor.
¿Cómo se mueve el Tráfico Ilícito?
El tráfico ilícito de fentanilo y otros opioides sintéticos tiene varias fuentes y rutas de origen en todo el mundo. A menudo involucra la fabricación clandestina en laboratorios no autorizados y su distribución a través de redes ilegales.

¿Cuáles son los países de Producción?
Algunos países, como China, India y México, han sido identificados como fuentes de producción de fentanilo y otros opioides sintéticos. La producción a gran escala en laboratorios clandestinos en estos países contribuye al suministro ilícito.
Rutas de Tráfico: Una vez producido, el fentanilo puede ser traficado a través de diversas rutas. Puede ser contrabandeado por tierra, aire o mar a través de redes de tráfico de drogas que operan a nivel nacional e internacional.
Dark Web: El fentanilo también se puede adquirir a través de mercados en línea de la “dark web”. Estos mercados ilegales operan en el anonimato y permiten a los compradores adquirir sustancias ilícitas, incluidos opioides, con relativa facilidad.
En Colombia la comercialización del fentanilo estaría a cargo de carteles de México
En el contexto de la crisis global de opioides, es posible que el fentanilo haya llegado a Colombia, ya sea a través de la producción local en laboratorios clandestinos o como parte de redes internacionales de tráfico de drogas.
El presidente Gustavo Petro trinó a inicios de agosto del 2023 que la caída de la demanda de la cocaína en el país se debía al aumento del consumo de fentanilo en los Estados Unidos, y alertó que el país debía prepararse para la llegada de esta droga.
Cabe resaltar que en Estados Unidos, el fentanilo ha sido motivo de preocupación en los últimos años debido a la crisis de opioides que ha afectado al país. La crisis de opioides se refiere al aumento significativo en el abuso y la adicción a los opioides, incluyendo medicamentos recetados y opiáceos ilegales como la heroína. El fentanilo, en particular, ha desempeñado un papel importante en esta crisis debido a su potencia y a la creciente disponibilidad de versiones ilegales y sintéticas.
Y es que ante el impacto mediático que ha tenido la presencia de fentanilo en el mercado ilegal colombiano y la preocupación de la sociedad, se analizaron 15 muestras de cocaína recolectadas en el punto fijo de análisis de la ciudad de Bogotá y 15 del cóctel de sustancias denominado Tusi, del cual tres fueron entregadas voluntariamente por usuarias en el punto fijo de análisis, y 12 fueron seleccionadas del servicio de análisis realizado en un evento del mes de mayo del presente año en la ciudad.
El precio más bajo del gramo de tusi reportado fue 40.000 pesos y el más alto fue 120.000 pesos. El promedio de precio es de 76.667 pesos. Tampoco hay una relación directa de los resultados colorimétricos con el precio, en que es evidente que la mezcla entre ketamina y MDMA es el resultado más frecuente. En cuanto a los resultados de las tiras reactivas, no se observó presencia de fentanilo, y las benzodiacepinas solo estuvieron presentes en una muestra.
El pasado 27 de julio en el barrio El Poblado, en Medellín, la Policía incautó 300 ampolletas. Se estaría comercializando entre cócteles tóxicos que incluyen heroína.
Según explicó Guillermo Castaño Pérez, director del Centro de Transferencia en Tecnología para la prevención del Consumo de Drogas, “ese fentanilo en ampollas generalmente lo convierten en polvo, metiéndolo al baño María en un microondas. Eso lo usan los microtraficantes para adicionarlo a otras drogas”.
Hasta ahora, la única “barrera” que aseguraban las autoridades que podría tener esta sustancia para penetrar completamente el mercado del consumo de drogas y hacerse masiva en Colombia es su alto costo. La comercialización legal para uso clínico –y bastante restringido– de este opioide puede estar entre los $300.000 y $500.000 y además debe importarse porque en el país no se procesa. Sin embargo, los indicios que tienen las autoridades sobre la manera en la que los criminales están usando fentanilo para hacerlo “rendir” con drogas fáciles de producir como el tusi, señalan que podría masificarse en el mercado negro y generar jugosas ganancias.
Según Corpades, hay pistas de que opioides de alta potencia están ingresando a las rumbas de estratos altos en Medellín, incluso para consumo directo, lo que indicaría que los carteles están encontrando la forma para ingresar la sustancia al país y hacer de este un negocio rentable.
Los reportes de la Soma configuran una alerta para todo el país. Según Héctor Pérez Madrid, toxicólogo y docente de la Universidad de Antioquia, el principal riesgo para quien consuma fentanilo es la depresión respiratoria. La sustancia inhibe en el cerebro el impulso de respirar por lo que el consumidor entra en un estado de trance en el que deja de enviar oxígeno al organismo y esto puede conducir a la muerte.
El experto recordó que este opioide es 50 veces más potente que la heroína. Su gran poder adictivo radica en que su efecto puede durar entre una y dos horas, mientras que otras sustancias también altamente adictivas como la heroína tiene efecto durante máximo cuatro horas.