A lo largo de los años se escucha decir esto a todos aquellos que están ya pasaditos de edad, que tienen canas, que en sus frentes se marcan sus arrugas como olas del mar, y que ya tienen ‘achaques’ y dolores en sus rodillas, tobillos y espalda. “Ya no hay buena música, sólo ‘punchis punchis’ “… ¿Es esto verdad, o sencillamente es una manera más en la que nos damos cuenta de que el mundo mantiene en constante evolución y cambio, pero que los humanos no hemos aprendido a aceptarlo?
Los sonidos de los instrumentos se están perdiendo. Ya no se necesitan 5 o 6 personas en una agrupación para hacer música. Ya las tecnologías han permitido que las bandas puedan ensayar con pistas mezcladas en programas de computadora o de tabletas inteligentes; incluso, hay bandas que graban sus instrumentos y sólo salen al escenario con una guitarra.
No, la música no se está dañando por ser más sintética, por ser más digital o por ser más minimalista. La música, como la tecnología, ha evolucionado y ha cogido partes de ésta para poder crear nuevos sonidos que lleguen a más personas a nivel global.
Ahora, con la creación de más géneros emergentes derivados de sonidos sintéticos de la electrónica, la expansión de nuevos horizontes ha llevado a que, por medio del internet, se viralicen cada vez nuevas formas de hacer música, esto generando gran acogida por parte de los jóvenes, pero gran repudio por parte de quienes, entre los 60’s y 90’s, vieron crecer y globalizarse la música creada desde la forma física de cada instrumento.
Podría interesarte: ( Rock al Parque – 300.000 personas en un festival de alta categoría )
Es cierto que ha sido difícil crear conciencia entre los adultos para que se acojan a las nuevas canciones que se vuelven virales en cada país, pero también es cierto que la música no le puede gustar a todo el mundo, ahí está el jugo de la vida, la prosperidad de la música, y lo que ha hecho que se globalicen los sonidos.
Contra la corriente
El trabajo de las disqueras se empezó a ver ‘a gatas’ con la llegada de la tecnología y la expansión de los servidores piratas como ‘The Pirate Bay’ y, luego de unos años, de Spotify. Ya cualquier persona puede grabar una canción y, si cumple con los estándares de calidad de este, uno de los más grandes servicios musicales de streaming, puede subirse ahí y se puede compartir con el resto del mundo.
Según Dilom, en entrevista con Binary, “Además, los contratos de la industria son muy injustos. Ya está establecido y normalizado, pero si te pones a analizar, lo que te propone la industria por tu música no es justo. Te roban. Están muy establecidos, llevan un montón de años. Y aunque te estén dando plata, no te la están regalando, tú les eres mucho más rentable a ellos”.
Esta se convierte en una de las razones principales para que muchos artistas decidan crear y proponer sus propios sonidos. Estar en un ambiente seguro para ellos, como su casa o su garaje, permite que se puedan consolidar sonidos y luego, por medio de una computadora, unirlos para crear una bomba musical que, si se le hace un buen trabajo de marketing, puede ser viral y puede lanzar al estrellato a los artistas. Ya no es necesario firmar con disqueras, incluso se están quedando obsoletas.
Quiero ser un producto para crear mi propia música
Para crear la propia parte sonora de las canciones sólo hace falta tener un oído bastante entrenado y agudo, una computadora con unas características mínimas para soportar programas y mucha creatividad. Aquí te dejaremos algunos programas que podrás usar, de forma gratuita, para aprender a mezclar canciones y volverte Dj, o incluso para poder editar audios y crear tus propias pistas.
Según Crehana, “A continuación, te presentaremos los programas para mezclar música más eficientes que encontrarás en línea, los cuales puedes poner en práctica desde hoy, pues son muy intuitivos y cuentan con herramientas muy completas:
