Revista El Clavo.
Por: Jonathan David Tangarife Quintero.

El pasado 1 de agosto el equipo del presidente electo, Gustavo Petro, presentó las conclusiones del proceso de empalme con el gobierno saliente de Iván Duque, proceso que duró aproximadamente 5 semanas. Los resultados lucen aterradores.

Al momento de escribir esta columna, faltan 3 días para que Gustavo Petro se posesione como nuevo Presidente de la República, y los retos que debe enfrentar su gobierno son cada vez mayores. Dentro de la clasificación del informe entregado al equipo de empalme de Petro se encuentran las alertas críticas, el semáforo de políticas públicas, recomendaciones estratégicas, propuestas para los primeros 100 días y propuestas de reformas legales; en esta columna haré hincapié en el primer aspecto, el cual hace referencia a factores que deben ser tratados con urgencia por el nuevo Gobierno Nacional. Según el artículo titulado “Tras empalme Petro-Duque, estos son los temas que priorizará el nuevo gobierno” de Canal Institucional TV, son 8 los puntos principales de esta sección: finanzas, salud, educación, paz, justicia, tecnología, medio ambiente y minas y energía.

En cuanto a las finanzas, el equipo de Petro expresó su preocupación particularmente porque el nivel de endeudamiento y de déficit fiscal para los próximos 4 años es crítico y por los recortes provenientes del Departamento Nacional de Planeación (DNP) para los proyectos de inversión del 2023, los cuales van hasta los 10 billones de pesos. Por ende, el delegado Daniel Rojas confirmó una vez más la importancia de tramitar la reforma tributaria prometida por Petro con la mayor rapidez posible.

En lo relacionado con la salud el panorama tampoco es alentador: existen deudas acumuladas por las EPS que suman 20 billones de pesos con un déficit de 4,6 billones en el próximo año, 14 EPS están en riesgo de liquidación y hay 10 millones de afiliados en riesgo, además de que, según los delegados por Petro, 1,8 millones de personas pasaron de estar afiliadas al sistema de salud a no estarlo luego de la pandemia.

En términos de la educación, hay preocupación en torno al hecho de que los contratos del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (encargado de pagarle las prestaciones sociales a los docentes afiliados y de garantizar la prestación de los servicios médico asistenciales) vencen en octubre del presente año.

Con respecto a la paz, el gobierno entrante se compromete a revisar las políticas públicas relacionadas con este tema (como la Paz con Legalidad) y se asegurará de que los recursos dirigidos a este ámbito realmente sean efectuados de manera correcta, contrario a lo sucedido hace unas semanas con los recursos del OCAD Paz, un escándalo de corrupción en el que “se esfumaron” más de 500 mil millones de pesos.

Debido a los permisos y licencias entregadas por el gobierno Duque a multinacionales, en el ámbito de la justicia el gobierno entrante elevó alertas en la suspensión del otorgamiento de licencias para el cultivo de cannabis hasta que Petro se posesione.

En lo relacionado con la tecnología, el gobierno Petro priorizará las renovaciones de licencias de uso del espectro, incluyendo todo el proceso pertinente del espectro radioeléctrico para 5G, para así llevar internet a las comunidades que aún no tienen, y seguir proporcionándolo en las zonas donde ya hay.

En el tópico medioambiental, los delegados del empalme afirmaron que hay “insuficiente preparación y respuesta con consideraciones ambientales y de cambio climático para la atención de amenazas y riesgos climáticos en áreas altamente vulnerables (…)”.

En cuanto al último de los 8 puntos clave (minas y energía), el equipo de Petro afirma que el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) está en déficit, y por ende considera urgente tomar medidas al respecto.
Por otro lado, de manera breve se concluyó que el gobierno Petro revisará el TLC con Emiratos Árabes (el cual Duque está intentando consolidar a todo motor), se suspenderán los pilotos de fracking y la política minera, la privatización progresiva del catastro, etc. También cabe destacar que según Mauricio Lizcano, uno de los coordinadores del equipo de empalme de Gustavo Petro en el ámbito de hacienda, el actual gobierno no dejó recursos para continuar con el programa de Ingreso Solidario, el cual beneficia a más de 4 millones de hogares y que irá hasta diciembre de este año; depende del gobierno entrante continuar o no con él.

Pero eso sí, para pautar en medios e intentar lavarse la cara a través de ellos, el gobierno Duque sí tuvo dinero: se gastó 46.000 millones de pesos en publicidad durante estos 4 años, y eso sin contar los 9.000 millones que derrochó en camionetas presidenciales durante la pandemia, los más de 4.000 millones que se gastó viajando por el mundo, entre otros “gusticos” que se dio nuestro subpresidente.

Este nefasto gobierno afortunadamente ya está llegando a su fin, y podemos afirmar que Iván Duque no raspó la olla, directamente se la robó. Son difíciles las tareas que debe afrontar el próximo gobierno y más aún sabiendo la cantidad de negocios amarrados y de plata robada que está dejando el títere en sus últimos días de agonía política. No queda más que confiar en el gobierno progresista que elegimos como país; el futuro de Colombia está, en gran parte, en sus manos.