El multimillonario le inyectó más de $10.000 millones a varios de los partidos de derecha para las elecciones presidenciales del 2022.

Por: Jonathan David Tangarife Quintero.

El pasado 16 de marzo, La Silla Vacía dio a conocer la cantidad de dinero que la persona más rica de Colombia, el banquero Luis Carlos Sarmiento Angulo, les aportó a partidos como el Centro Democrático, el Partido Liberal, Cambio Radical, etc., para las elecciones presidenciales pasadas.

Antes de ahondar en este tema, les explico quién es este señor y por qué es tan importante (negativamente hablando) para el país:

Luis Carlos Sarmiento Angulo es un hombre de 90 años, el banquero más destacado de Colombia, dueño del conglomerado bancario Grupo Aval y el hombre más rico del país, acumulando una fortuna de más de 6.000 millones de dólares. Además, dentro de su Grupo Aval también se encuentra, entre otros, el Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir, y Corficolombiana.

Su fortuna, palabras más, palabras menos, es el resultado de exprimir a más no poder a la clase media (si es que la hay) y baja del país por medio de intereses exorbitantes para quienes adquieran créditos con sus bancos, la no entrega de pensiones para aquellas personas que han cotizado durante toda su vida en Porvenir, la inversión (a través de Corficolombiana, por ejemplo) en puentes que luego se caen (caso Puente de Chirajara) y el atraco a mano armada comúnmente llamado “peaje”, de lo cual Sarmiento obtiene enormes beneficios económicos por medio de Corficolombiana, que es dueña, entre otros, de 4 de los 10 peajes más caros del país, según PubliMotos.

Por otra parte, su gran poder, influencia, o, si se quiere, importancia, radica principalmente en el control que tiene sobre varios medios de comunicación, tales como El Tiempo, Portafolio y City TV; permitiéndose así darse el lujo de poner presidentes al servicio de sus intereses… Hasta que llegó Gustavo Petro.

Imagen tomada de De quién son los medios?

La Ley 100 de 1993 le arrebató el control total de las pensiones al Estado y autorizó la administración del dinero de los cotizantes por parte de los fondos privados de pensiones, prohibiéndoles financiar negocios con los dineros ajenos. Sin embargo, según Pluralidad Z, dicha prohibición llegó hasta el gobierno de Juan Manuel Santos, cuando Sarmiento Angulo empezó a tener luz verde para jugar con los ahorros de los colombianos.

Y es que son tan sinvergüenzas, que el año pasado, sin sonrojarse, Iván Duque anunció públicamente que, al igual que como se financió el centro comercial de Tomás Uribe (hijo de Álvaro Uribe Vélez), la plata de los cotizantes de los fondos privados (en este caso, más específicamente $4.5 billones) sería invertida en diferentes proyectos de infraestructura. ¡Es el colmo!

Ahora bien, entrando en materia, anexo gráfico de La Silla Vacía sobre los aportes del dichoso banquero al Partido Liberal, el Centro Democrático, el Partido de La U, Cambio Radical y al Nuevo Liberalismo.

Imagen tomada de La Silla Vacía.

Y aquí una comparación entre esos aportes y los que hizo en el 2018. ¡Casi que los duplicó!:

Imagen tomada de La Silla Vacía.

Realmente estaba asustado, él más que cualquier otra persona sabía lo que iba a pasar: se acabaría posesionando el primer presidente de Colombia que no está en su bolsillo ni a sus órdenes. Y, como lo mencioné anteriormente, Gustavo Petro viene siendo una piedra en el zapato para Luis Carlos Sarmiento Angulo.

En tan solo 7 meses y medio de gobierno, Petro congeló las tarifas de 150 peajes hasta diciembre del presente año y advirtió que quienes realicen alzas sin autorización del gobierno serán sancionados. Además, su gabinete está “cocinando” la reforma pensional que perjudicaría seriamente los bolsillos particulares y malintencionados de aquellos que juegan con la plata ajena, entre esos el del mismísimo Sarmiento Angulo.

Por esa razón, entre otras, muchos de los que votamos por Gustavo Petro ejercimos nuestro derecho de esa forma: para frenar el abuso de mequetrefes como Luis Carlos Sarmiento Angulo. Si esos fueron los aportes del banquero para las elecciones presidenciales pasadas, solo imaginen la cantidad de dinero que debe estar inyectándole a los partidos podridos de siempre para las próximas elecciones regionales. De igual manera debemos tener presente que la voluntad popular es imposible de detener, lo comprobamos el pasado 19 de junio del 2022, cuando derrotamos a las maquinarias de toda la vida y elegimos al primer presidente progresista de Colombia.