Enamorarnos puede ser intenso y hermoso… ¿pero hasta cuándo sabemos qué está bien o qué está mal cuando una relación nos consume? El amor puede ser la salvación para algunas personas, pero para otras puede ser lo peor… todo depende de si dejamos distorsionar nuestra percepción sobre todo lo que sentimos al estar en una relación. En esta columna, exploraremos los peligros de estar enamorado y cómo podemos manejarlos.

Por: Editorial El Clavo.

Siempre nos dicen los libros, los ancianos, incluso nuestros padres, que la cura de todo y para todo es el amor. ¿Pero pasa lo mismo con el amor hacia la pareja? Estar en una relación puede llegar a ser muy lindo los primeros meses. Corazoncitos y chocolates por doquier… pero siempre llega un momento de quiebre en donde las verdaderas personas salen a flote y muestran su verdadero ser, ya sea con discusiones o peleas o con el ghosting.

Cuando llega dicho momento es cuando de verdad conoceremos o sabremos si queremos seguir o no con la otra persona… el problema real empieza cuando es el otro el que discute y uno, enamorado y ciego, empieza a decidir hacer lo que le plazca a la otra persona. ¿Deja de ser amor ahí?

También está el momento en el que dos personas se conocen y una de ellas siente una atracción más fuerte por la otra. Incluso, su nivel de gusto es tanto que hace de todo en la relación, mientras que la otra persona va a su propio ritmo, sin importarle el esfuerzo que hace, o el empeño que coloca en intentar enamorarla. Cuando pasa bastante tiempo, suele pasar que quien dio más en la relación se cansa y se va, dejando con un sinsabor a quien nunca brindó lo que debió… ¿o no debió brindarlo? Pues si estaba en la relación por su decisión, puede que sí lo haya intentado. El caso es que el sinsabor genera dolor y depresión por la falta que empieza a hacer esa persona que tanto mostraba afecto y amor. Incluso, puede pasar que vaya a buscarla a pedirle perdón, y sólo reciba un adiós de su parte.

Existen infinidad de tipos de relaciones en el mundo. Muchas formas distintas de demostrar afecto o de querer estar con una persona. ¿Por qué entonces nos duele tanto cuando no recibimos lo que esperamos o lo que queremos? ¿Por qué empieza a doler el amor y a hacernos daño? ¿Cómo podemos manejar los peligros del enamoramiento? En primer lugar, es importante estar conscientes de nuestros sentimientos y de cómo afectan nuestra percepción del mundo. Debemos ser honestos con nosotros mismos acerca de nuestra relación y estar atentos a las señales de alerta que indican que algo no está bien.

También es importante establecer límites y mantener nuestra identidad individual. Debemos mantener nuestras metas, pasatiempos y amistades, y no dejar que nuestra relación los consuma. Debemos ser fieles a nosotros mismos y no cambiar nuestra personalidad para complacer a nuestra pareja.

Además, es importante establecer límites saludables en nuestra relación. Debemos establecer expectativas claras y comunicarnos abiertamente con nuestra pareja acerca de lo que esperamos de la relación. Debemos ser conscientes de nuestras necesidades emocionales y asegurarnos de que nuestra pareja las satisfaga.

No dejes que el amor empiece a doler para querer hacer algo, porque si empieza a doler, aún habiendo tenido muchas opciones para ignorarlo o terminarlo antes, ahora va a ser muchísimo más complicado. Huye a la primera “red flag”, escapa de cualquier señal de toxicidad que no esté bajo los parámetros que buscas en alguien en una relación. Haz que el amor sea tu salvación, no tu candado.