Un equipo que le ha devuelto la esperanza a miles de aficionados.

Por: Jonathan David Tangarife Quintero.

Durante las últimas dos décadas, la franquicia de los Sacramento Kings ha sido víctima de burlas, desprecios y subestimaciones por parte de los simpatizantes de la NBA. Hoy, en el momento en el que se escribe esta columna, los Kings están a un paso de continuar su temporada histórica en la segunda ronda de los play-offs actuales.

Para empezar, cabe destacar que, hasta la temporada pasada (2021-22), Sacramento llevaba ¡¡¡16 años!!! sin disputar los play-offs de la liga de baloncesto más competitiva del mundo. Con semejante dato, se convirtieron en el segundo peor equipo deportivo estadounidense, solo superados por Seattle Mariners, de la MLB, quienes acumularon una racha de 20 temporadas seguidas sin poder disputar el título.

En aquella temporada, los Kings tuvieron un récord de 30 victorias y 52 derrotas, ocupando el puesto 12 de su conferencia. Pero, hace poco más de un año, se colocó la primera piedra de la gran hazaña que están consiguiendo esta temporada: a la franquicia californiana llegó el gran pívot, Domantas Sabonis, proveniente de los Indiana Pacers a cambio de Tyrese Haliburton y Buddy Hield. Posteriormente, antes de iniciar la 2022-23, Kevin Huerter, Malik Monk y el director técnico, Mike Brown (quien venía de ser el asistente del vigente técnico campeón de los Golden State Warriors, Steve Kerr), llegaron a Sacramento para terminar de instalar las bases de lo que han conseguido hasta ahora.

La temporada regular 2022-23 la terminaron como terceros de la Conferencia Oeste, con un récord de 48 victorias y 34 derrotas, siendo liderados por la estrella que han tenido desde el principio: De’Aaron Fox. Ahora, Sacramento debe enfrentar a los vigentes campeones de la NBA, los Warriors, en primera ronda de play-offs.

En esta histórica fase regular, Fox promedió 25 puntos y 6 asistencias, Sabonis, por su parte, aportó un promedio de 19 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias. El papel de la tercera espada, Kevin Huerter, también vale la pena destacarlo: promedió 15 puntos, mientras que Malik Monk, desde la banca, puso 13 puntos y 4 asistencias. Un equipo más que compacto, en el que todos aportan lo suyo, guiados por un Mike Brown que ha sabido exprimir al máximo el potencial de su plantilla.

El pasado 15 de abril tuvo lugar el primer juego entre los Kings y los Warriors, en Sacramento. El precio promedio de los tiquetes de entrada para este partido fue de 821 dólares (más de $3’600.000), pasando a ser el más elevado en la historia de un partido de primera ronda de play-offs de la NBA. En esta ocasión, la victoria se la llevó Sacramento 126-123.

Luego, dos días después, un estadio totalmente encendido acompañó la victoria de los Kings 114-106 en el juego 2 de la serie al mejor de 7.

Los Warriors nunca habían estado 0-2 en una serie de play-offs, por lo que la ilusión de los Reyes de Sacramento no hace más que aumentar.

Los Kings están hambrientos de gloria, la única vez que la obtuvieron fue ganando el anillo en 1951… El tiempo será el encargado de decirnos hasta dónde llegarán los de Sacramento en estos play-offs, pero lo cierto es que lo que ya consiguieron es sencillamente increíble, termine como termine; los hinchas de los Kings pueden estar tranquilos y emocionados por lo que les depara el futuro.