Maruja Vieira, poeta, periodista, ejecutiva de relaciones públicas, catedrática, defensora de los derechos y de la participación de las mujeres cumple este año 100 años.

Cuando nació en Manizales, el 25 de diciembre de 1922, sus padres le dieron el nombre de María Vieira White, pero desde hace 79 años se ha presentado como Maruja Vieira. El hombre detrás de ese cambio de nombre fue Pablo Neruda, quien estuvo en Colombia en 1943. Cuando a la poeta le preguntaron por esto en 2012, ella contestó: “Cuando Neruda estuvo en Colombia, le mostré el poema que me habían publicado en El Tiempo, gracias a Calibán, y que estaba firmado por María Vieira White. Entonces, dijo:

–¿María Vieira White? ¿Cómo le dicen aquí a las Marías? –Y le contesté:

–Maruja.

–Ah, en Chile les decimos Maruca. ¿Qué tal Maruja Vieira? –. Y desde ese día me quedé así”.

En ese momento Neruda bautizó su carrera literaria y desde entonces todo lo firma con el nombre que le dio el chileno. Con una carrera literaria que abarca poemas, ensayos, artículos periodísticos, columnas, entre otros, Maruja Vieria ha dedicado su vida, desde 1946, cuando publicó sus primeros poemas y artículos en el suplemento cultural de El Tiempo, a las letras. Aunque estuvo escribiendo desde los 16. Esa es una tradición que corre en sus venas, pues su madre Mercedes White fue poeta, al igual que ella.

“La poesía me acompañó desde que nací, porque mi madre escribía magnífica poesía, pero no la publicó. Mercedes White no se inmortalizará como poeta, porque decidió no participar en una serie de eventos que le propusieron. Desde que abrí los ojos y tuve conciencia, la poesía estuvo presente en mi vida, y por consiguiente ha estado conmigo a lo largo de estos cien años”, le dijo Vieira a María Gómez Lara en una entrevista para la revista Cambio.

“Testigo excepcional de la historia política y cultural colombiana, gran defensora de los derechos de la mujer; gestora cultural y docente, preocupada por la formación de las nuevas generaciones de periodistas y poetas, especialmente las mujeres que empiezan a dejar oír su voz”, así es descrita en su página de internet. Maruja Vieira ha publicado más de 20 libros de poesía y colaboró con El Nacional, El Heraldo y El Universal de Caracas, “estuvo vinculada en Bogotá al periódico El Siglo como redactora de Siglorama y fue redactora y editora cultural de la revista Guión”.

Los poetas colombianos León de Greiff, Maruja Vieira y Eduardo Carranza.
Foto: Archivo particular

Sus versos marcaron la literatura y poesía colombiana, mientras que sus convicciones la llevaron a vencer los prejuicios que acompañaron su época y ganarse “el respeto de muchos de los más destacados intelectuales de su época: varios de los escritores del grupo de Los Nuevos, como Luis Vidales, León de Greiff y Germán Arciniegas entre otros; y del grupo de Piedra y Cielo, como Eduardo Carranza y Jorge Rojas; y de sus contemporáneos de los Cuadernícolas y Mito, como Jorge Gaitán Durán, Eduardo Cote Lamus, Álvaro Mutis, Rogelio Echavarría, y sus entrañables amigas Matilde Espinosa y Meira del Mar (cuyo centenario también celebramos en este 2022).

A Maruja Vieira la han acompañado poetas como Antonio Machado, Federico García-Lorca “y muchos otros”, que ha tratado de encontrar en muchos lugares y que se han abierto paso entre sus propios versos para posicionarse como sus influencias. Su poética es definida como una vital, “que le canta a la vida”, por Gómez Lara, y la razón que Vieira da para esto es que “la vida es lo más importante que nos da el cielo. La vid es eso, ser, estar, y así será hasta el día en que el otro, que está allá arriba, resuelva llevarnos para ese otro mundo que también considero que debe ser interesante”.

“Siempre le obsesionó la necesidad de alcanzar una paz y una equidad en Colombia y de establecer la cultura y la poesía como el lugar de conversación y de la reflexión para alcanzar un nuevo contrato social. Por eso siempre la hemos visto abanderando causas nobles y promoviendo a las nuevas autoras nacionales, defendiendo el medioambiente, fomentando las soberanías de los países y la amistad entre los pueblos del mundo”, escribió Díaz-Granados sobre ella.

Más allá de las causas sociales que ha defendido y las palabras que ha escrito, Maruja Vieira se ha destacado por ocupar cargos ejecutivos como la secretaría general del PEN Club Capítulo Colombia durante doce años, fungir como miembro fundador del Círculo de Periodistas de Bogotá, del que actualmente es Socia Honoraria. Además, “fue impulsora del Servicio Nacional de Empleo, en el SENA de Cali, donde se desempeñó como directora de relaciones públicas durante doce años; fue asesora de la dirección de Colcultura y jefe de Comunicaciones de ese instituto, hoy Ministerio de Cultura de Colombia. Después dedicó su vida a la cátedra universitaria, en las universidades Central y de la Sabana”, según su biografía.

Maruja Vieira hoy cumple cien años y sus letras, palabras y versos ya dejaron su huella en el mundo de la poesía y literatura colombiana. La poesía, como lo dijo en sus propias palabras, será su constante compañía y la de los colombianos durante el resto de su vida y más allá como el legado por el que es reconocida.

A continuación presentamos uno de sus poemas:

PAZ

Más allá de esta nube de ceniza

el hombre espera.

Espera que la sombra le devuelva

su herencia de esperanza,

su antiguo mapa transparente.

El hombre quiere un poco de silencio

para que el hijo diga su primera palabra.

Esa palabra

que nunca es guerra,

que nunca es muerte.