Las nuevas generaciones de colombianos, gente que en su gran mayoría no sabe que pasó en el palacio de justicia, que no sabe quién es Gaitán, que nunca ha oído hablar de Estanislao Zuleta, ni de John Lenon, están siendo educadas en un perfecto ambiente de estupidización colectiva guiada a generar consumidores más que ciudadanos.

Por: Eduardo Llano
Publicado: mayo 24, 2011

Estaba en estos días muy tarde en la calle caminando… de pronto pasaron una cantidad de pelados, yo creo que el mayor tendría unos 17 años y de ahí  hasta por ahí los 13 unos 35 jóvenes. Todos eran flacos, todos tenían pelo con cortes raros semipunks, todos ellos con pearcings, la mayoría con tatuajes.

Caminaron, pasaron… yo sentí algo de miedo… al fin y al cabo 35 adolecentes pueden despedazar a cualquiera.

No dijeron nada, solo seguían en sus asuntos sus bromas sus risas un lenguaje que se parecía al español. Yo vi cómo se alejaban calle abajo.

Lo primero que sentí es que estoy absolutamente viejo, lo segundo es que entendí que a todas las generaciones les pasa, a ti también te pasará.

Yo no entiendo que pueden tener hoy los muchachos en la cabeza, así como a mí no me entendían mis mayores. Sin embargo no puede dejar de pensar en una involución, no en una evolución. Sentí que estos muchachos eran el fruto de las malas administraciones que hemos tenido, fruto del desmadre.

Seguro todos ellos tienen Facebook, seguro todos bailan reggaetón y choque, seguro les vale huevo la guerra porque sus violencias, sus experiencias de vida han sido y son otras.

Yo creo que la cultura se crea, pero cuando se deja la creación de cultura a los ánimos de lucro, todo se pervierte, todo se corrompe.

Ahora piensen que les dejemos la educación al ánimo de lucro. Se enseñará, se transmitirá el conocimiento únicamente si este genera lucro.

¿La filosofía genera lucro?

Las nuevas generaciones de colombianos, gente que en su gran mayoría no sabe que pasó en el palacio de justicia, que no sabe quién es Gaitán, que nunca ha oído hablar de Estanislao Zuleta, ni de John Lenon, están siendo educadas en un perfecto ambiente de estupidización colectiva guiada a generar consumidores más que ciudadanos.

No hay otra explicación para que las emisoras de RCN hagan cantar a niños de 5 años  “la nena quiere cripy, cripy, cripy”.

Simplemente no estamos haciendo nuestra parte como nación para aportarle nada a la evolución de la humanidad, nuestras elites así lo han decidido, así es mejor, por eso enseñar solo lo que las multinacionales que llegarán con el TLC necesiten tiene sentido.

No estamos haciendo nada por la vida cuando asistimos a la mercantilización de la vida misma y no decimos nada, cuando pagamos la gasolina más cara del mundo y así y todo les compramos a las elites cientos de miles de carros al año.

No estamos haciendo nuestra parte cuando nos dicen que es posible crear impuestos para salvar a los bancos de sus inevitables quiebras, y para financiar una estúpida guerra que solo nos mantiene dominados, pero nos dicen que crear un impuesto para educar a la nación es imposible, y no hacemos nada.

Todo está mal desde que nos levantamos a Cagar en agua perfectamente potable, igual como  los políticos corruptos se cagan en la vida de nuestros jóvenes.