La ministra aseguró que este documento “no es informe de reservas, nunca se dijo que lo fuera”.

Luego de la polémica que se generó por un informe petrolero que tiene serios problemas en su interpretación de cifras, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, aseguró que ratifica lo que dice este documento.

“Las cifras que están ahí están sustentadas en la información que tienen la Agencia Nacional de Hidrocarburos y en la información que las empresas han entregado públicamente”, comentó.

Además, afirmó que nunca se falsificaron firmas en el informe llamado ‘Balance de contratos de hidrocarburos y recursos disponibles para la Transición Energética Justa’. Explicó que las firmas que aparecen hacen parte de un “protocolo” y un reconocimiento a las personas que hacen parte del ministerio de Minas y Energía.

La ministra también aseguró que este documento “no es informe de reservas, nunca se dijo que lo fuera”. “Aquí no le estamos mintiendo a nadie y desinformar de esa manera como si así lo estuviéramos haciendo es una irresponsabilidad con el país”, dijo.

Igualmente, manifestó que este es un documento que unifica cifras sobre los contratos petroleros que están vigentes en el país y el análisis distingue los recursos prospectivos de los contingentes y las reservas. “No se están combinando datos, no se está mintiendo en las cifras”.

Adicionalmente, la funcionaria dijo que este informe se elaboró de manera pública, sus avances se expusieron durante los comités que se realizaron al interior del ministerio y “nunca se hizo a espaldas de nadie”. “Nunca ningún asesor me dijo que estuviera en desacuerdo con ese documento”, agregó.

Vale la pena recordar que este documento sirvió de base para que el Gobierno Nacional tomara la decisión de no entregar nuevos contratos de exploración y producción de hidrocarburos, tal como lo anunció la ministra Irene Vélez durante el Foro Económico Mundial en Davos. 

Las frases clave de la defensa de la ministra Irene Vélez

• Nunca se falsificaron firmas. Nunca se presentaron datos erróneos ni una metodología que tenga ambigüedades. Este documento tiene en su segunda página algo que en el mundo editorial se conoce como la página legal, que arranca siempre en todas las publicaciones del sector público, con el reconocimiento protocolario a quienes son los líderes de esta cartera.

• Eso no quiere decir que aquí haya una falsificación de firmas. Creo que es una insinuación incorrecta que afecta, por supuesto, la ética con la que hemos trabajado en esta cartera y que me hace preguntarme si aquí hay otros intereses movilizándose detrás de una insinuación tan grave como esta.

• Este documento no tiene cifras falsas. Este documento no es un informe de reservas, nunca se dijo que lo fuera. El documento se llama: Balance de Recursos y Reservas Disponibles para la Transición Energética Justa.

• Pretender que este documento es el informe de las reservas es un error, pero nosotros no hemos cometido ese error. Aquí alguien más está diciendo que ese documento es lo que no es. El informe de reservas se presenta anualmente en mayo de cada año por la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Lo que estamos haciendo es un documento de análisis.

• Las cifras que están ahí (en el informe) están sustentadas en la información que tiene la ANH y que las empresas han entregado públicamente. Aquí no le estamos mintiendo a nadie y desinformar de esa manera, como si así lo estuviéramos haciendo, es una irresponsabilidad con el país.

• No se trata de personalismos ni de mesianismos, aquí somos un equipo de trabajo porque la transición energética justa necesita esa integralidad.

• Nosotros tenemos unos comités directivos periódicos en donde se habló con la viceministra (Belizza Ruiz) sobre este documento y se expusieron los avances. Siempre fue público que lo estábamos elaborando y siempre fue público que quienes lo estaban liderando eran dos personas: John Londoño y Leonardo Rojas (asesores). Esto nunca se hizo a espaldas de nadie.

• Nadie nunca pidió ser removido del documento, nadie nunca nos dijo estar en desacuerdo con el documento. Esa información que se está promoviendo realmente es una desinformación.

• Si alguien hubiera querido que se le removiera de ese documento se le pudo haber removido, pero nadie nunca nos dijo ni que estuvieran desacuerdo, ni que quisiera que removiéramos su nombre de ahí. Nunca ningún asesor me dijo que estuviera en desacuerdo con ese informe.

El Tiempo.