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Entre el 8 y el 15 de mayo fueron registrados 28 asesinatos en la ciudad, y al cierre de abril, fueron registrados 17 homicidios más que los primeros cuatro meses del año pasado.

Según concejales de la ciudad, en Cali hay una “cultura de la muerte” donde las cifras, que tildan de “horrorosas”, aseguran que la inseguridad, violencia e intolerancia de la capital del Valle ha venido aumentando, y que ya no solo lo ven las personas en su diario vivir, sino que son las estadísticas las que están hablando.

Según Roberto Ortíz, Concejal de Cali, “el verdadero termómetro (de la inseguridad) es la cifra de homicidios, y Cali es una ciudad tomada por la delincuencia, donde te roban en cualquier esquina y te matan”.

Según Fernando Tamayo, “es una cifra desproporcionada, no se puede pretender tapar el sol con un dedo. No se puede decir que las cosas están bien y que la estrategia de seguridad está funcionando, cuando 28 homicidios son un horror. Una sociedad que no puede garantizar la vida de sus ciudadanos está llamada a desaparecer”