Luego de que días atrás un grupo de vándalos entraran a la fuerza a una Unidad Residencial en el norte de Cali, sumado a los desmanes ocurridos en el marco del Paro Nacional, las distintas administraciones de cada conjunto decidieron elevar el presupuesto de seguridad e implementar algunas acciones para prevenir la inseguridad.

Algunas Unidades han destinado algunos recursos a la reparación e instalación completa de cámaras de seguridad, que antes sólo habían para ‘despistar al enemigo’, pero que se empezó a notar que verdaderamente son necesarias. Otra acción que se está ejecutando es la de elevar las cercas y rejas, y colocarles descargas eléctricas para prevenir intentos de subida por parte de personas.

Los guardas y porteros de las unidades también se verán cobijados por estas estrategias, que implican no colocarles tareas extras (en algunos casos) y, en la recepción, instalar vidrios blindados para prevenir intentos de hurto.

Además, haciendo uso de las redes sociales, se crean grupos en algunas aplicaciones de mensajería para que toda la unidad esté alertando sobre posibles sospechosos o irregularidades que se encuentren.

La comunidad también empezó a estar más pendiente de los extintores y los equipos de emergencia, esperando que se encuentren siempre en óptimas condiciones por si deben usarse. 

Estas, y más, son algunas de las acciones que se están ejecutando. Las personas, viendo que la Fuerza Pública no da abasto para toda la ciudad, empiezan a notar que la autogestión puede ser el camino para hallar la seguridad en sus puntos de residencia.