El que la Fuerza Pública esté centrando su atención a los desmanes de la ciudad, ha permitido que inescrupulosos, en su mayoría extranjeros de nacionalidad venezolana, realicen quemas y talas de árboles de forma autónoma y sin ninguna medida de control o protección vegetal a la zona, para construir sus cambuches y adueñarse de nuevos asentamientos. 

El tener invasiones en los cerros tutelares de la ciudad, enciende las alarmas de la comunidad por los desórdenes, la presencia de pobreza extrema y problemas de seguridad que se presentan.

El Alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, aseguró que no le temblaría la mano para deportar a quienes realicen invasiones en los más de 10 cerros que rodean la ciudad. Los venezolanos intentan tener un lugar dónde conciliar el sueño, pero aseguró que esas no son las formas para construir viviendas.